Por Daniel Caran
Asistimos a un tiempo complejo, casi inentendible donde el mundo, la humanidad, muestra su cara más atroz. Europa volvió a la Guerra y en Corrientes concluimos una semana donde una vez más nuestro Gobierno provincial quedó encapsulado en sus laberintos de prioridades.
Corrienteshoy.com publicó la creación de un fondo especial de $140 millones para cubrir ciertos gastos del corso oficial aquí en la capital provincial. Más de un día después la administración local asegura haber dado marcha atrás con esa medida. Había derogado el mismo decreto por el que habilitó esos dineros públicos para un evento festivo. ¿Para qué entonces creó ese fondo especial ? ¿Durante el tiempo que estuvo activo el decreto se utilizó parte de esos $140 millones ?
Si fue así en manos de quién o quiénes terminaron ?
Todo sumado a una gran visibilización del drama que atravesamos los correntinos luego de la colecta nacional e internacional que realizara hace exactamente una semana el influencer Santiago Maratea: acaso la mayor exhibición de las limitaciones de nuestra provincia en hacer frente a una crisis como la que estamos padeciendo, ya que el joven para miles de personas de todo el planeta desnudó la falta de previsión, recursos e inacción política para hacer frente a los incendios en Corrientes.
Es justamente ahora, por estos días que observamos una dinámica oficial que no se vio cuando empezó todo este tremendo drama, allá a comienzos de año. Y no está claro aún cómo harán las autoridades locales para entregar toda la ayuda nacional que llega a nuestras tierras: la enviada por el Gobierno Nacional y las donaciones hechas por gobiernos provinciales y miles de compatriotas aún más sabiendo que Corrientes no es una provincia caracterizada por su transparencia pública.
A esta reacción tardía, volviendo casi un mes atrás contrapongo la acción que hubiese ejecutado de haber estado desde el minuto cero al frente de una crisis, que, por entonces no tenía las dimensiones que tiene ahora. Armar comités de emergencia en el terreno, ponerme al frente de los brigadistas y atender de manera inmediata a los lugareños afectados por los incendios y haber activado los pedidos de ayuda en ese tiempo. Se llegó tarde y la tortuga se escapó.
Corrientes lleva más de un millón de hectáreas quemadas y los especialistas hablan que la recuperación de la fauna y flora silvestre que llevará como mínimo 50 años y un cálculo más o menos aproximado de 70 mil millones de pesos.
El cambio climático exige nuevos paradigmas de políticas públicas. Justamente planificar resultados que seguramente la clase política actual no verá, porque no apuntan a una mejora en la calidad de vida ni a mediano ni largo plazo.
Corrientes padece otro gran drama, la falta de oposición política. Algo que degrada la calidad institucional desde hace tiempo en esta tierra. Es necesario por el bien de la democracia en Corrientes tener un contrapeso al poder. Mientras esto no ocurra será difícil poder madurar políticamente para crecer. Seguiremos desandando un camino que ya conocemos que es de la prebenda, la concentración total de poder y la poca participación ciudadana en la vida pública y política de la provincia.
Estimo por estas cuestiones que se hace imperiosamente necesaria la construcción de una alternativa de poder que modifique este sinuoso camino que por momentos no tiene otro destino que lo incierto.
Mas instrucción cívica, para no seguir cómo hace más de 20 años, tropezando con la misma piedra.
NOTA: ¿Qué enseña la materia educación cívica?
El propósito central de la asignatura es la formación de ciudadanos capaces de ejercer de manera responsable y creativa sus derechos y obligaciones, partícipes de la vida pública, dotados de herramientas para comprender la realidad que los rodea, y operar sobre ella.