Por Daniel Caran
En nuestra provincia ocurren cosas muy llamativas y si bien se sabe, pareciera ser que no ocurren. Las últimas lluvias provocaron inundaciones y serias complicaciones en diferentes puntos de la provincia, San Luis Palmar fue una de los lugares más afectados. Unas veinte familias evacuadas y nuevamente sin reacción de los organismos provinciales. La vida siguió como su habitual cotidianeidad, como ocurrió durante el pasado verano cuando miles de hectáreas de campos y viviendas de pobladores fueron consumidas por el fuego. La administración provincial empezó a ocuparse de la cuestión con el tema gravitó en los medios nacionales.
También a inicios de la semana que concluimos, el pasado lunes, la provincia volvió a quedar –en parte- incomunicada por la avería de un puente sobre la Ruta Nacional 12. Uno de los principales viaductos que atraviesan la provincia, justamente la abundante lluvia caída en pocos días socavó el terraplén de la estructura del puente. No es la primera vez que ocurre un hecho como este, en la provincia colapsan los puentes casi de manera sistemática en los últimos años. Exhibe, una vez más, la falta de obras estructurales en Corrientes, inversiones y mantenimiento de caminos nacionales y provinciales. En estos días los desvíos que se deben tomar ya que el tramo donde está el puente fue interrumpido al tránsito, muestran en deplorable estado. Que es denunciado constantemente por los pobladores zonales. Por caso la Ruta provincial 5. En algunos tramos, intransitables.
El fin de semana largo que promete ingresos extras al comercio, gastronomía y hotelería en la provincia, otra vez depende de las peripecias que deben hacer quienes deseen visitar la provincia.
Y por último para citar hechos ocurridos en la semana. El Banco de Corrientes anunció la confirmación de su directorio y cuatro días después informó que el mismo fue conformado por otros miembros, que tal confirmación no fue. Hecho extraño y que daña a la seriedad que debe tener una entidad bancaria cuyo principal accionista es el Estado provincial.
¿Pueden llegar inversiones a nuestra provincia ante un escenario con estas vicisitudes? Cómo puede planificar el Estado correntino y su actual administración, el interés de empresas e inversiones cuando ni siquiera es claro en la designación de las autoridades que conducen su principal agente crediticio.
¿Pueden darse inversiones en una provincia donde colapsan puentes y caminos por falta de obras estructurales? Todo esto a raíz de la falta de gestión y transparencia en gobernar.
La casa no está del todo en orden ante esas incongruencias cotidianas en Corrientes tapadas a puro maquillaje mediático y de marketing. Es necesario avanzar en planes a mediano plazo para subsanar los problemas históricos que atraviesan a Corrientes desde hace más de dos décadas.
Además de intervenciones en el terreno, solucionar los problemas y asistir a los pobladores. La desidia no puede reinar eternamente en nuestra tierra. En Pascuas renovemos esa fe y esperanza de que las cosas se pueden modificar.
