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Crédito: 6599
Daniel Caran

Por Daniel Caran

Muchas de las cosas que van pasando en el nuevo escenario macrista a nivel nacional caen dentro de la impopularidad, ya sea porque son negativas desde lo social, o porque subyace aún el importante apoyo popular que tuvo el gobierno pasado.

 

Pero, más allá de las urgencias y los gustos personales e ideológicos, debe existir una agenda concreta en cuanto a lo institucional, habida cuenta de las cuentas pendientes que en esa materia dejó el kirchnerismo, y porque además es obligación del poder central bregar por encontrar un camino definido de estrategias puntuales que trasciendan la pelea política.

 

En ese contexto, el encuentro del Primer Mandatario Nacional con los Intendentes de las capitales de todo el país adquiere una importancia puntual, siempre y cuando no haya sido un mero trámite para la foto.

 

Y por supuesto que nosotros, los correntinos, vemos con enorme expectativa ese encuentro, que tiene bemoles particulares en nuestro caso, ya que tenemos un intendente opositor al Gobierno Nacional, y porque hay cuestiones comunes con nuestra vecina Resistencia que ya no se pueden seguir postergando.

 

Hoy, con una obvia visión regional, Corrientes y Resistencia deben actuar como un bloque geográfico-social definido y concreto, con agendas comunes, atendiendo urgencias precisas relacionadas con la postergación histórica que hablamos antes.

 

La paradoja indica que Ríos, y mucho menos Capitanich, no parecen ser meros invitados a cualquier mesa del gobierno. Ambos tienen peso propio y están directamente relacionados con el modelo kirchnerista que perdió las elecciones, lo que no deja de ser un inconveniente estratégico, más allá de los respetos que deben sostenerse en la tan mencionada institucionalidad.

 

Uno espera y confía que los jefes comunales de Corrientes y Resistencia adopten posturas comprometidas con sus  obligaciones ejecutivas. Y que no quede en el anecdotario como berrinches de enemigos políticos enfrentados.

 

No será cuestión de hacer ‘lo que dicen’, pero tampoco plantear posicionamientos caprichosos ante el inexorable futuro que nos obliga a atender urgencias de ambas poblaciones, sobre todo en materia de infraestructura.

 

El escenario está planteado. Que prime el criterio y la responsabilidad de todos.

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