Por Daniel Caran
Está claro que la disyuntiva pasa por donde ubicarse tras la derrota.
O se busca la fácil salida de los tibios, o se instala una oposición fuerte, que pueda pelear espacios ante lo imprevisible.
El peronismo, a nivel nacional, tiene la indefinición propia de la post derrota, pero los tiempos –si bien no urgen- pasan a considerarse estratégicos a partir de la inestabilidad de otros proyectos políticos… incluso del propio macrismo.
Por eso, será hora de instalar al menos la discusión que implicará las obvias (y necesarias) peleas.
Ser o no ser. Y no pasa por posicionamientos estratégicos en debates legislativos, aunque ‘el tema buitres’ haya dejado entrever diferencias insostenibles.
El escenario, así las cosas, deja en claro que algunos asumen protagonismo en virtud de sus propias fuerzas, a sabiendas –se insiste- de las frágiles intencionalidades que puedan tener otros proyectos.
“Muchos dirigentes del justicialismo no expresan genuinamente la representación de las bases justicialistas, ya que fueron votados por el pueblo argentino para ser oposición política y pactaron con el Gobierno acuerdos que traicionan al pueblo argentino", dijo Jorge Capitanich, llamado a ser uno de los principales referentes del peronismo que viene.
"Algunos diputados pertenecientes a nuestro espacio que fueron a votar en contra de nuestra historia merecen el repudio de esta asamblea. No vinimos a dejar los principios en la puerta de la unidad básica. No vamos a pactar con la burocracia política", añadió respecto a los legisladores que acompañaron al Gobierno con el proyecto en el Congreso para pagar a los holdouts.
Así planteadas las cosas en el escenario del PJ nacional, el interrogante presenta propiedades exclusivas en el mapa correntino: ¿Dónde o con que definiciones irán a posicionarse los legisladores correntinos que evidentemente optaron por acercarse al macrismo, en la pelea indefinida a nivel local?.
Se repite a esta altura una consideración ya expresada en su momento: la falta de definición en Corrientes presupone una pelea escondida de la que solo sacarán réditos los de afuera.
Así, mientras algunos amagan… otros sueñan con un nuevo ciclo en el poder. Llamado de atención