Por Daniel Caran
… sirve para otra guerra”… termina diciendo la famosa y popular frase, que bien puede utilizarse para graficar de qué manera terminaron las cosas en el Senado Provincial, donde la presencia de algunos pretendidos negociadores terminó por alargar los tiempos de la peor manera.
Porque hay que decirlo: lo concreto es que la Cámara Alta Provincial está sin funcionar hace un mes.
Pero el tema es otro.
La huida –que no fue tal, obviamente, y que solo se utiliza el término para definir más drásticamente qué puede suceder a futuro- fue para muchos una pausa necesaria para enfrentar la batalla más fuerte que se viene.
Porque el tironeo planteado tiene una clara dicotomía: ¿o fue un triunfo opositor?... ¿o nunca pudieron torcerle el brazo a los opositores?.
Se entiende la diferencia. Y, claro está, tiene otras implicancias la lucha política que terminó hoy, y que plantea el inicio de otra “guerra” (así, entre comillas) aún mucho más fuerte, de muchos intereses, y con protagonistas fuertes y decididos a todo.
La pelea ahora propone un único y real objetivo: la reforma (o la rereelección, que vendría a ser lo mismo).
Es por eso que, si debería explicarse en una situación bélica específica, se retiraron los soldados para no seguir perdiendo fuerzas para las batallas más fuertes que se vienen.
Tanta es la determinación de Colombi y compañía de ir por la reforma (o re re, se insiste) que hasta analizan tener como aliados a algunos que hoy bien podrían haber estado en el bando opuesto.
Por eso, cuando se acallen los gritos de la pelea terminada, se aprestaran con nuevos y renovados pertrechos.
Como solemos repetir… a otra cosa…!!!