Por María Antonia Galvaliz
Sí de algo debemos estar seguros es qué: El cambio es permanente.
A veces puede ser todo un desafío y complicado, él hecho de gestionar correctamente la incertidumbre, porque significa trabajar con lo desconocido, o con lo que aún no existe siendo está -lo incierto- una realidad qué forma parte de nuestro escenario cotidiano.
Debemos ser conscientes y tener presente qué, el cambio sucede en el devenir de la vida de manera constante.
Es conveniente qué toda planificación contemple los imponderables, lo no previsto de caras hacia el futuro; en este contexto comprender qué: Si gestionar la incertidumbre es complicado, es posible que la ansiedad, la preocupación y estrés crónico se hagan presente, intentando adueñarse de uno y, de las decisiones a tomar, ocasionando importantes tensiones.
¿Qué es la intolerancia a la incertidumbre?
La intolerancia a la incertidumbre es la dificultad para sobrellevar situaciones en las que no es posible controlar todos los factores.
Por lo general, la gente que no puede o, no sabe cómo gestionar la incertidumbre de manera adecuada, concibe una gran ansiedad frente a los eventos negativos que ocurren, buscando tomar el control lo que más puedan, siendo esto imposible, o procurando tomar decisiones sin asumir ningún riesgo.
“La intolerancia a la incertidumbre evita que estas personas hagan grandes cambios positivos
en su vida”
Dichas personas necesitan un una respuesta certera, concreta y definitiva a sus dudas en la que no quede nada en el aire sin ser contemplado, esto implica aferrarse a algún tipo de certeza parcial, evitando aventurarse al misterio de lo no conocido.
En la baja tolerancia a lo desconocido se asientan una serie de pensamientos que, de forma inconsciente, mantienen y alimentan el miedo a lo que está por venir, algunos ejemplos más habituales de lo que este tipo de personas suelen pensar:
“Controlar el proceso es controlar el resultado” de esta forma se evita buscar soluciones para preguntas que no tienen respuesta y, como no la tienen, el proceso de tensión, angustia, ansiedad etc se retroalimenta.
“Cuanto más te esfuerzas, más posibilidades de triunfar tienes”, pensamiento equivocado, porque hay cosas incontrolables, fácticas, siempre puede ocurrir algo que trunque los planes, aunque no por esto se deban perder las ganas de seguir ocupándose con dedicación. “Tendencia a hacer futurología, predecir el futuro para evitar posibles eventos negativos, de manera que se tiende a sobreestimar su aparición”
Las preocupaciones son comunes y forman parte de la propia existencia en el acto del vivir; sin embargo, para que esto no llegue a extremos incapacitantes o desagradables, te dejo algunas consideraciones para tener en cuenta a la hora de gestionarte.
Redirige las emociones: La emoción que predomina cuando algo no se puede controlar es el miedo; miedo a que ocurra algo que no se ha previsto, miedo a que se cumpla lo que sí se tiene en mente o miedo a las consecuencias negativas de un evento, miedo a no tener las herramientas necesarias.
Cuando se trata de conseguir un objetivo, la energía que consume este miedo (además de la rabia, frustración y preocupación que le acompañan) puede ser muy intensa; esta energía que consume el miedo es mucha, redirígela en enfocarte en tus metas con confianza y amor.
Acepta que hay cosas que no se pueden controlar: No solo hay factores que conoces y no controlas, sino que hay factores que están influyendo o pueden influir y ni siquiera conoces qué no dependen de vos. Verbalizarlo puede ser aterrador, igual que puede ser maravilloso que determinados nudos se deshagan por sí solos en ese acto, en este sentido, es importante no perderse en lo negativo.
Se flexible para gestionar la incertidumbre: Este punto va de la mano con él punto anterior. Al igual que no es posible controlar todas las variables extrañas de una situación, tampoco es bueno hacer planes qué no admitan cambios, lo importante es mantener las metas, puesto que los planes son solo él camino para ir hacia ellas, y en ese camino se podrán cambiar cuanto sea necesario cambiar.
No es un camino en solitario: En la tolerancia a la incertidumbre también hay diferencias individuales, así que cada persona tiene sus recursos para hacerlo bien, aprende de los demás, y trabaja en equipo; y, si sientes un malestar al respecto que está afectando a tu vida diaria, busca la ayuda de un profesional, me encuentro a disposición.
Para gestionar la incertidumbre, empieza por cosas pequeñas: Cuando la dificultad para lidiar con lo desconocido es generalizada, no es útil empezar a superarlo tomando grandes decisiones vitales, es recomendable comenzar por cosas pequeñas y asumir pequeños riesgos, verás cómo tu tolerancia aumenta poco a poco.
Los eventos que todavía no se han producido o las circunstancias que no se han dado pueden ser emocionantes para algunos y una gran fuente de angustia para otros; para superar los miedos de cualquier tipo, ¡apóyate y apoya a los demás!
Te mando un beso inmenso TG.
IG Tona Galvaliz.FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia- Biodecodificación-
Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.