Por Juan Ignacio Maurin
Así lo demuestran los números oficiales de la Provincia de Buenos Aires. Es por la menor circulación, sobre todo en los primeros meses, del confinamiento.
La cuarentena por el Covid-19 trajo aparejada una crisis económica para muchas familias con la pérdida de sus empleos, en la mayoría de los casos informales. Sin embargo, según los datos del Ministerio Público de la Provincia de Buenos Aires durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio cayó la cantidad de delitos en comparación al mismo periodo del año pasado. Lo que deja en evidencia que las necesidades económicas no siempre se reflejan en un incremento de la delincuencia.
El Ministerio Público de la provincia dio a conocer recientemente su informe especial provisorio de estadísticas que reflejan la cantidad de denuncias penales durante el confinamiento y su comparación con los mismos meses del 2019. Los datos dan cuenta de una evidente baja en los delitos a partir de la cuarentena. Y si bien la flexibilización del aislamiento trajo aparejado un aumento en la cantidad de denuncias, siguen siendo considerablemente inferiores a las del año pasado.
Tomemos dos ejemplos: Durante el período 20/3/2019 al 25/6/2019 se denunciaron 97.921 delitos contra la propiedad y durante el mismo período de 2020 (comienzo, endurecimiento y principio de flexibilización del asilamiento) se registraron 52.303 denuncias de este tipo. En ese mismo tiempo se iniciaron 524 causas por diversos tipos de homicidio mientras que en el referido período de 2019 fueron 818, una baja más que considerable.
También hay que tener en cuenta la información que hizo pública el Ministerio de Seguridad de la Nación al presentar el informe anual 2019 del Sistema Nacional de Información Criminal (SNIC), que demuestra un aumento del 12,6% en la cantidad de delitos denunciados con respecto a 2018. Este incremento se evidenció también en la Provincia de Buenos Aires, que de acuerdo al informe del Ministerio Público registró 850.908 denuncias en 2018 y 928.450 en 2019.
Los números lo que muestran es que, en consonancia con la cuarentena obligatoria por la pandemia, el primer semestre de 2020 resulta ser una interrupción para el progresivo aumento de delitos denunciados. La baja en estos registros se explica inevitablemente en el aislamiento obligatorio y la menor circulación de personas.
Hay un punto que es importante destacar: La baja de los delitos se dio en un contexto en donde no se aplicó “mano dura”. Lo que deja en evidencia que su utilización no implica una solución a la inseguridad. Y que los vaivenes económicos que generó el parate económico-sobre todo en los primeros meses de cuarentena- tampoco se traduce en un incremento de los delitos.