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Opinión del Lector

La fuerza de una visión -Desarrollo humano-

María Antonia Galvaliz

Por María Antonia Galvaliz

Un visionario sabe y tiene definido hacia a dónde se dirige, generalmente siempre habla o se encuentra centrado en su visión, su focalización está ajustada a su objetivo, plan, meta, sueño; es así que los visionarios anticipan el resultado por adelantado, atentos a tiempos y oportunidades debido a su foco y claridad.

La visión es algo para poner por obra, se trata de acción, asociado al hacer, activa la creatividad, motiva a caminar, dar pasos, nos proyecta hacia el futuro.

Cuando esa imagen, idea, visión trata de algo positivo, inyecta estímulo, energía, vigor, pasión, inspira y motiva a seguir adelante hasta conseguir.

Hay que saber que los que tiene visión son personas inspiradas que motivan y contagian a otros a que hagan lo mismo y/o vayan tras sus sueños.

Y, por el contrario, una persona sin visión es alguien desmotivado, apático, crítico, desorientado y sin sueños por alcanzar.

¿Sabías que la visión nos realiza como personas y nos permite tener una actitud positiva frente a la vida? Nos da sentido, nos predispone a hacer lo mejor que podamos y a buscar la excelencia mientras avanzamos.

Lo recomendable es que la visión sea propia, personal, esto permitirá que sea una visión auténtica y encarnada; cuando sucede de este modo sentimos que somos parte de la respuesta y mientras caminamos tras nuestro sueño u objetivo este se retroalimenta y, la llama de la inspiración se acrecienta.

Las fuerzas de Dios y el universo se van alineando para que suceda según hacemos y creemos.

No es suficiente ni basta con tener un sueño, una visión apasionante, en este sentido hay que dar pasos concretos para materializar lo que estamos deseando y ser consecuentes con la visión.

Todo sueño, toda visión, siempre, siempre, requieren de un plan medible y ajustable de acción para convertirse en realidad.

¡Es necesario planear lo que deseamos alcanzar! analizar cómo lo vamos a lograr, con qué recursos contamos, a quiénes vamos a invitar para que nos acompañe, en cuánto tiempo lo lograremos, cómo corregiremos los desvíos, como recalcular y anticiparnos a los obstáculos, a las posibles dificultades que enfrentaremos, teniendo presente que todo en la vida es muy dinámico.

Sabemos que los planes, proyectos objetivos, toman tiempo, energía, que se requiere ser perseverante, constante, que hay que ser dedicado, por eso es fundamental estar “Focalizado en la visión”

Algunos tal vez se pregunten que es “La visión de vida” ¡buena pregunta!

La visión de vida es una declaración que describe cómo uno quiere y decide que va a ser la vida a vivir a partir del ahora en adelante de caras al futuro.

El beneficio de definir una visión de vida te conduce indefectiblemente a activar y despertar la fuerza de la inspiración, de la motivación, una especie de energía inagotable y renovable para alcanzar los sueños y metas de eso que se quiere. ¡Cuando tenemos un para qué (destino), un hacia dónde (destino final), los cómo aparecen (ruta ideal)!

En que más beneficia una visión de vida: En tener una perspectiva más optimista y entusiasta de la vida. En mayor tranquilidad sobre el futuro. En ser más productivo. En tener claro las líneas generales de la existencia. En administrar la propia energía y ser coherente, alineado a la misión, áreas, objetivos, proyectos y decisiones con lo que se quiere conseguir.

¿Cómo desarrollar una visión de vida?

Objetivo claro: Deben estar definidos con prioridades, no solo querer o desear lograrlos, mejor aún, debe existir compromiso con uno mismo y con ellos: decisión. ¡Lo hare!

Situación actual: Se debe considerar sabiendo dónde uno se encuentra actualmente, que medios dispone, elementos le limitan y que quiere cambiar o eliminar durante la marcha, que conservar.

Tareas: se debe dividir la misión en pequeñas tareas que se puedan realizar gradualmente a lo largo del tiempo.

Seguimiento: se debe considerar que tanto se ha avanzado en la visión, la misión personal, cómo han cambiado las circunstancias y si el plan requiere actualizaciones.

Para ir cerrando la nota concluyo que es posible conseguir materializar la genuina visión o sueño -definido- de manera clara, concreta, detallada; donde esa visión contenga fuerza y pasión, creyendo en uno mismo, sintiendo de que somos capaces y podemos, que estamos preparados y sí no lo estamos del todo, con voluntad y dedicación ocuparse en reforzar los recursos, conocimientos, destrezas y habilidades necesarias, de la mano de los aprendizajes adquiridos para conseguirlo.

Recuerda: “Sí lo crees, lo creas”

¡Feliz, bendecido y próspero 2025!

Te mando un beso inmenso TG.

IG Tona Galvaliz. FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación- Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.

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