A cuatro años del derrumbe trágico, se acercó hasta el estudio de radio dos, María Rosa Urbina, mamá de Diego, uno de los ocho obreros fallecidos, para recordar a su hijo, y remarcar que sigue pidiendo justicia, aunque ésta no escuche, y aunque se sienta desilusionada.
“Aquí estamos para recordar un año más, ya van cuatro y seguimos sin justicia”, expuso.
“No tiene explicación de cómo estoy, para mi todos los días son iguales, hoy me levanté como aquella mañana, acordándome que venían a tomar mate, se iban ellos antes que yo y recordé esa mañana, al pie de mi cama, con Nancy tomando mate. Salió mi marido, después ellos, el “chau ma” de él y yo le decía “Diego ponete el casco”, relató.
“Ese día es como que yo no asumí lo que pasó, me tocó transitar lo que una madre nunca imagina, hacer los trámites para enterrar a un hijo”, expresó.
“A partir de ése día nuestras vidas cambiaron para siempre. A partir de ése día mi casa quedó vacía, mi otro hijo y mi nieto están lejos. El que le daba vida a la casa era Diego, con su música, sus amigos que se juntaban en casa, era una casa normal”, recordó.
“Quedó mi casa vacía, en silencio, salvo los fines de semana que viene Samuel y nos da fuerzas para vivir”, mencionó.
Caminos cuesta arriba: cómo está la cusa
“Yo siempre dije, en estos cuatro años, que venimos pidiendo justicia fuimos muy respetuosos, pero hoy estoy desilusionada de la justicia, me da verguenza ajena la justicia que tenemos en Corrientes, porque cuando estuvieron procesados los funcionarios municipales todo falló a favor de ellos. El doctor Gonzáles hizo apelaciones, nunca salió un fallo a favor nuestro. Y ahora esto último lo de William Mayer”, manifestó.
Que piensa de los fallos
“La verdad que me gustaría que me explique, será por portación de apellido, el poder económico de esa gente, me da la sensación de que por lo que son ellos consiguen todo a favor y nosotros no conseguimos nada porque somos familias pobres”, opinó.
Cree en la justicia
“Ya no, si desprocesaron a los mayores responsables de la causa, William Mayer y los funcionarios municipales, quedan tres perejiles y cuántos años le van a dar. Creo que es mucho que pensar y mucha desilusión porque después de esto la doctora Ferreira se declara incompetente, pasa la juzgado 5 de la doctora Varela, donde Mayer supuestamente tiene más causas. Hay un comentario de que va a pasar nuestra causa a otro juzgado porque quieren tener en un solo juzgado todas las causas en contra de él", mantuvo.
“Tienen miles de causas y todos están en libertad y nosotros seguimos pidiendo justicia y la justicia no nos escucha”, enfatzó.
Juicio oral
“El doctor Leiva cree que este año tiene que salir el juicio, pero no se”, estimó.
Maniobras dilatorias
“Exactamente”, afirmó.
Fuerzas para seguir luchando
“El año pasado fue para mí terrible, el proceso lo voy a terminar sola porque le prometí a mi hijo que iba a ser justicia por él, y mucha gente se ofendió porque dije que existía la justicia por mano propia”, sostuvo.
“Tengo que ser fuerte por Samuel, por mi nieto, y busca en mi marido esa figura paternal que le falta, y eso nos da ganas de salir” remarcó.
“Va a cumplir 8, él sabe todo lo que pasó, cuando él le extraña a su papá pone un video del cumpleaños de 2 años de él donde está su papá", contó.
Relación con demás familiares
“Bien, nuestra intención era salir a la calle hoy, pero no pudimos juntarnos, hoy a las 13 nos juntamos a hacer un encendido de velas en San Martín al 600”, señaló.
Indiferencia en la población, olvido
“Sí, un poco sí, no sé si es porque no le toca de cerca, porque ya pasó, porque nada se puede hacer y en mucha gente por miedo a meterse, por la gente que está detrás, mucha gente”, consideró.
En los medios no está la causa
“Nuestra causa molesta a muchísima gente, sabemos que le importa más las apariencias que el sufrir nuestro, pero a mí no me importa, sé lo que soy, la familia que tuve. Se que soy pobre, siempre fui pobre, pero me inculcaron el respeto a los demás”, manifestó.
“A los padres de Maxi Aquino, a los padres en general, les digo que sigan luchando, porque son padres que trabajan para ser el sostén de su familia, para el día de mañana darle lo mejor a sus hijos. Y decirle que no se olviden porque a todos nos pueden pasar, y por ahí sí somos indiferentes pero nadie puede decir a mí no me va a pasar, yo tampoco pensaba que me iba a pasar”, expresó.
“Más allá del poder económico, de la portación de apellido, allá donde vamos no sirve de nada eso”, cerró María Roso Urbina.
