Los principales referentes del Partido Liberal, el tercer partido de la provincia, en cuanto a cantidad de afiliaciones y performance electoral, manipulan la peligrosa navaja de la fragmentación partidaria. Si se produce un tajo peligroso, en ambos bandos quedarán heridos. Unos se manifiestan a favor de encolumnarse en los vientos de Cambio que propone Macri en el país, con su expresión provinciana del Encuentro por Corrientes. Otros tienen ganas de seguir siendo aliados del justicialismo, donde las sensaciones entregan síntomas que “esta vez será”. Como no lo hace el pejota correntino desde el año 1973, cuando fue gobierno a través de Julio Romero con el 75% de los votos.
Suceda lo que suceda, con la banderita cayendo de uno u otro lado, seguramente la decisión orgánica del partido provocará heridas que no serán tan fáciles de cerrar.
En las pequeñas barricadas liberales, donde se toman decisiones importantes, todos están alertas, porque nadie puede presagiar el próximo salto, de quién y hacia dónde.
Una de las señales la brindó recientemente el concejal Miranda Gallino, presidente del partido, quien no acompañó al FPV en elección de autoridades del Concejo Deliberante capitalino y generó malestar. Es que un grupo de dirigentes ya dio el salto hacia Cambiemos. No importa si fue por medio de una simple resolución de una mesa chica liberal.
La señal está dada, más allá que la convención partidaria será la que defina en qué alianza se ubicará el Partido Liberal el próximo año.
EN LA OTRA VEREDA
El histórico Partido Liberal (PL) de Corrientes busca reposicionarse políticamente luego de varias señales que sus dirigentes dieron de cara a las cruciales elecciones del año que viene. Con opiniones divergentes internamente mantienen la alianza con el Partido Justicialista en varios municipios, entre ellos en la Capital.
Otro sector ya blanqueó sus intenciones de unirse al gobernante Encuentro por Corrientes.
Recientemente en el marco de la sesión preparatoria para elección de autoridades del Concejo Deliberante, quien se llevó todas las miradas fue el concejal Julián Miranda Gallino.
El presidente del liberalismo decidió no acompañar la candidatura de José Salinas a presidente y de Omar Molina (PJ) a la vicepresidencia 1ª del Cuerpo por lo que se postuló en ambos cargos. La inédita situación de votarse a mismo impidió que Salinas sea ungido por unanimidad.
“En lo personal no tengo nada contra Salinas ni Molina, es una decisión política porque creemos que no era como se tenía que conformar la conducción del Concejo”, indicó Miranda Gallino. La postura generó incomodidad entre sus aliados kirchneristas.
“Tenía que haber una conformación con más apertura y se mantuvo la misma conducción cerrada entre el FPV y ECO”, disparó Miranda Gallino.
Al ser consultado por el año electoral que se avecina, el presidente liberal aseguró que “acataremos lo que diga el partido y veremos cuál es la decisión”.
