Crónica de una muerte anunciada. Finalmente la gota horadó la piedra y el desgaste lógico de un poder mal aplicado, lejos del consenso y muy apegado al autoritarismo, hizo que el abogado Horacio Ricardo Colombi reconociera que no podrá seguir gobernando esta provincia, directa o indirectamente, como lo viene haciendo hace más de quince años.
Permanentes confrontaciones con la Nación en la década ganada, conflictos políticos con la oposición, en base a una inentendible “previsibilidad” pagó sueldos casi miserables eternamente, más lejos todavía de cualquier diálogo o paritaria que lo acercara a los trabajadores estatales; cuando no apelara a la extorsión institucional (como ahora que ahoga nuevamente a la municipalidad de la capital), billetera en mano; se puso en contra de los principios constitucionales y, particularmente, de las autonomías municipales. Todo eso hizo que se fuera construyendo una pirámide que puso en la cúspide la resistencia más visceral de todo el arco político, a una indigerible eternidad de un gobernador, hoy bastante resistido por todos los correntinos.
Aparentemente Ricardo Colombi tomó nota de todo esto, porque bien sabe que no llegó el mensaje al “millón de correntinos” y hoy la resistencia popular surge por todas partes.
Desde los empleados públicos que están totalmente desencantados con la política salarial que los puso al borde de la marginalidad, incluyendo a los propios policías que se animan a un acuartelamiento; pasando por la oposición política e incluso por sus propios socios de la alianza que viene gobernando la provincia hace casi veinte años. Nadie habla bajo. Aquellos reclaman sueldos dignos y estos exigen un mejor lugar de poder para las próximas elecciones. Los rumores sobran. Desde la importante Ingrid Jetter que quiere ser gobernadora, apuntalada como la niña mimada de Macri en la región, pasando por el partido amarillo de Braillard Poccard, la exasperante presencia en los paseos de Canteros como si estuviera saludando en Disneylandia, la inocultable pretensión gubernamental de Cassani que, incluso, creó su propio partido; se presentaron como un campo minado para las aspiraciones de Ricardo Colombi.
Después de todo esto está muy claro que llegan nuevos tiempos para la Provincia. Será histórico saber que después de casi veinte años habrá un nuevo gobernador, alguien que no lleve el apellido Colombi, asumiendo en Corrientes el próximo 10 de diciembre de 2017. El tiro de gracia que recibió la reforma constitucional con posibilidades de “re-re-re”, especialmente por parte del justicialismo, solo será anécdota. Como anécdotas serán nuevamente los empleados correntinos que no permitieron que se avasalle su dignidad y una vez más tronó el escarmiento. El tiempo es el principal aliado contra todas las injusticias.
EL DESENLACE
Ricardo Colombi reconoció que será difícil aprobar la reforma
El gobernador admitió que "será difícil" la aprobación de la reforma constitucional que impulsa junto a sus aliados del ECO. “Es difícil que salga la reforma porque no hay números para aprobarla” y recordó que “habíamos acordado con el intendente (Fabián Ríos) que iba a acompañar el proyecto general y lamentablemente cambió el caballo a mitad del río”.
Lanzó en referencia al acompañamiento que brindó Ríos en un primer momento al intento reformista.
“La reforma es necesaria; lamentablemente ciertos sectores no lo entienden así y se van a arrepentir porque más tarde o más temprano, la reforma se tiene que dar”, sostuvo el saliente mandatario entrevistado en Esquina, donde previamente expulsó a un periodista en un acto de censura.
“Sin el acompañamiento el PJ no será factible, esto es así”, confirmando que en un principio Fabián Ríos expresó su acompañamiento y luego dio marcha atrás. “No pueden supeditar la reforma que beneficia al millón de correntinos, por una persona; si así van a tratar de ser gobierno, están totalmente equivocados; como están lejos del poder, tienen actitudes irresponsables en Corrientes y en el país”, fustigó Ricardo Colombi agregando que “cuando no se cumplen los acuerdos, dan vueltas y privilegian los intereses personales, es muy difícil pensar en positivo”. Los ríos de lamentos continuarán.
