Suponiendo que el presidente de la Nación, Mauricio Macri sepa jugar al ajedrez, en el NEA estaría desplegando una serie de estrategias similares a las del juego. Aquí, torres, peones, caballos y alfiles, avanzan de distinta manera para lograr un triunfo. Y la pieza determinante es la reina o dama, de ataca y defiende mejor, en el nombre del rey. En síntesis, algo muy parecido a lo que pasa en nuestra realidad. Que puede o no ser coincidencia, pero sirve para graficarla.
Veámoslo así. Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones forman un tablero de ajedrez en la disputa nacional. El objetivo, dos cosas: los recursos naturales y el gobierno de cada provincia. Ahora bien, para realizar esto necesita el aval y el apoyo institucional y político de dichos territorios. En ese marco, pretende instalar sus propia red de gobernantes. Por eso, dispone y mueve sus piezas en lugares estratégicos.
Las torres son las provincias. Allí, el ejecutivo depositará su apuesta con partidas millonarias destinadas a la obra pública. En este sentido el viernes pasado, Macri visitó la provincia del Chaco. Desde allí anunció que sostiene la idea de "potenciar las economías regionales" a través del Plan Belgrano. Este proyecto conlleva fuerte inversión en caminos, hidrovía y redes ferroviarias. Todo en favor de los agroexportadores (de recursos naturales). El presidente supone (o quiere hacer suponer), que esto generará "trabajo, desarrollo y pobreza cero".
El plan estaría plasmado en el presupuesto 2017. Chaco, será la más beneficiada. Recibirá 1.204 millones de pesos. El 12 % más que este año. En tanto, Formosa y Misiones parecen más excluidas por ahora, del interés Nacional. Solo sumarían 1200 millones en total, (680 y 543 respectivamente). A Corrientes no le irá nada mal, ya que obtendría más del doble de fondos que este año pasado. Pasaría de 365 a 784 millones de pesos. El 114 % más.
El porcentaje de inversión también demuestra en qué medida el Gobierno de Macri se involucrará en la pelea por gobernar las provincias. En el caso de Corrientes, la "billetera" de Cambiemos intentará matar al galán del kirchnerismo. Y al de cualquier fuerza que amenace su liderazgo o cuestione su modelo.
Su plan es imponer un gobernador que acate los lineamientos de Casa Rosada. O una vice. Por eso, lejos de la pretensión del actual mandatario Ricardo Colombi, de posicionar al presidente de su lado, Macri tiene sus propios alfiles. Una de ellos, es la gerente regional de Vialidad, Ingrid Jetter. La ex intendenta de Riachuelo es una pieza clave en su intento por coaptar definitivamente a la provincia al nuevo esquema nacional.
Hay varios otros candidatos, aunque más "sacrificables". La mayoría son legisladores o funcionarios provinciales. Son los peones menos favorecidos ya que, como se dijo, Macri prefiere apostar por los suyos. Muestra de ello es el fuerte apoyo que siempre le da a otra mujer de su gabinete, la secretaria de Asuntos Municipales, Aída Ayala.
Ayala, podría decirse, es la reina del proyecto de Cambiemos en el NEA. Desde la cartera que conduce demuestra gran capacidad de gestión y además que, desplazó a los conservadores radicales y puso en jaque al justicialismo chaqueño en las últimas elecciones.
Finalmente Cambiemos pretende utilizar a los intendentes como caballos de "Troya" en este hipotético juego de ajedrez. A través de sus carteras nacionales, Macri buscará saltar por sobre los mandatarios provinciales y bajar directamente a las comunas con obras y promesas. Lo vimos en la semana pasada, cuando el presidente reunió a más de 2000 jefes comunales en Tecnópolis. A todos les prometió asesoramiento técnico y financiamiento. Una jugada copiada del gobierno nacional anterior.
Macri también pretende involucrarse en las internas de los partidos y territorios. Por eso, a cambio de oxigenar sus finanzas, les pidió bajar sus banderas partidarias y desplazar sus ideologías. Lo dijo en Saenz Peña este viernes, donde fue invitado por el intendente radical Gerardo Cipolini. "Después de una elección todos tenemos que trabajar por lo mismo, para que a los argentinos 'les vaya mejor'", sostuvo. Y graficó luego: "por eso estamos trabajando con el gobernador (Domingo Peppo), con los intendentes, con los enadores y con los diputados...".
Esto pasa en casi todo el NEA, excepto por Formosa. Allí el gobernador Gildo Insfrán maneja muy bien su territorio. De los 27 intendentes de esa provincia, solo dos viajaron Tecnópolis, (de Clorinda, Manuel Celauro, y de Subteniente Perín, Diego Romero), y la Capital, mandó a su jefe de Gabinete. Un detalle.
Sin embargo Corrientes se sumó fácilmente a la propuesta nacional. Algo impensado hace unos meses. Después del acto en Buenos Aires muchos jefes comunales (y algunos legisladores) salieron a aplaudir públicamente la convocatoria y la iniciativa del Gobierno. Para graficarlo, basta ver la foto del Ejecutivo de Mercedes, Víctor Cemborain y el ministro del Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, abrazados. Todo un mensaje para el gobernador Colombi, que hace días aseguró que será candidato a intendente en esa ciudad. A ello se remite el proyecto de Cambiemos, a cambiar. A instalar definitivamente al nuevo gobierno y el viejo modelo. De aquí al 2017.
A todo esto: ¿Cuál es el "querido rey", de este tablero virtual?, se preguntarán los lectores. Es el proyecto neoconservador. El modelo de país que tiene a Macri como CEO, y como ajedrecista.
