“Una política de desarrollo económico y social supone en paralelo y recíproco el desarrollo del pensamiento nacional: del pensamiento y la ética nacional, porque es necesario una moral nacional, que es lo que se llama patriotismo” (Arturo Jauretche).
LAS RAZONES DE LA CREACIÓN DEL FMI Y EL PERONISMO.
Sostenía el Gral. Perón hacia los años 50 “Hay un solo delito infamante para el ciudadano: que en la lucha en que se deciden los destinos de Esparta, él no esté en alguno de los bandos o esté en los dos”. Ahora bien, ante el silencio deplorable de gran parte de la dirigencia que se asume peronista, constituye un deber patriótico hacer conocer a los compañeros y a los ciudadanos todos, de que se trata cuando se habla del FMI, de la deuda extraordinaria de 57 mil millones de U$S contraído por Mauricio Macri y sus socios de Cambiemos hacia el año 2018 y de los cuales se fugaron 44.500 millones, y cuál puede ser el costo social y político que tendrá que pagar el FdT de ser aprobado por el Congreso y por el Directorio ejecutivo del organismo internacional.
En primer lugar debemos recordar que, el FMI no es –tal como lo ha declarado Mauricio Macri- un organismo internacional
filantrópico que ha nacido para brindar su apoyo solidario a los pueblos en situación de pobreza sino, un organismo supra nacional que tuvo su origen en la Conferencia Monetaria y Financiera de Bretton Woods llevada a cabo en 1944 en Estados Unidos, y cuyos resultados han sido brillantemente sintetizados por el historiador y escritor Vivian Trias: “en Bretton Woods se configuraron las instituciones que han de encauzar los intereses de la economía norteamericana. Son ellas el Fondo Monetario Internacional, el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y ante todo el Gold Echange Standar a través del cual el dólar se entronizó como patrón monetario internacional. Más tarde – concluye- la trama jurídico-política de la conducción económica mundial habría de completarse con el GATT” (hoy la OMC). Es un secreto a voces que, el Estatuto del FMI ha sido diseñado en función de los intereses expansionistas de los Estados Unidos, y para corroborarlos basta recordar al poder del voto y del veto que tiene Estados Unidos en su
Directorio. Alguna vez, García Vizcaino, quien ha estudiado profundamente la institución ha dicho con acierto: “los organismos creados en Bretton Woods representan una verdadera obra maestra del genio norteamericano para servir a particulares intereses en su aplicación a la economía internacional” (José García Vizcaíno. “Argentina y el Fondo Monetario Internacional”, pág. 181. Edit. Ascensión. 1974).
Cual ha sido y es su objetivo real: imponer la economía del libre mercado en lo interno y abrir al libre comercio las economías nacionales de los países de la América Latina y el Caribe, en función de la colocación de sus manufacturas, de la radicación de sus empresas (particularmente financieras) y de sus empréstitos, cuyos intereses leoninos ha impedido toda posibilidad de desarrollo económico y particularmente industrial a nuestros países. Son estas las razones que, llevaron al Gral. Perón hacia el año 1948 a retirar de la Cámara de Diputados un proyecto de ley por el cual nuestro país se adhería a los acuerdos de Bretton Woods y por ende a las recetas del FMI, y lo hizo tras comprobar que se trataba -según sus palabras- de un “engendro putativo del imperialismo”. Su decisión fue un acierto político si nos remitimos a los resultados de su gestión de gobierno durante una década. Es suficiente decir que, de haberse incorporado nuestra Patria al FMI, no hubiera sido posible la nacionalización del Banco Central y de los depósitos bancarios, del comercio exterior a través del IAPI, los acuerdo comerciales bilaterales (desafiando las fronteras ideológicas impuestas por EEUU) y el control estatal del mercado cambiario (paridades cambiarias múltiples) con el cual –sumado a las tarifas aduaneras- hizo posible la industrialización de nuestro país, el pleno empleo, la participación de los trabajadores en el 50% de la renta nacional y por fin, haber logrado que la tasa de inflación no superara el 5% y el 6% anual, tal como fuera reconocido por el economista e historiador Mario Rapoport.
Con la adhesión de nuestro país a los acuerdos de Bretton Woods y por ende al FMI –hecho producido tras el golpe de estado de setiembre de 1955- se produjo el retorno de la oligarquía al poder y con ello comenzó el proceso de recolonización de la economía nacional, con la pérdida total de nuestra soberanía nacional. Tras ese golpe faccioso (reaccionario y anti nacional), nuestro país que había repatriado totalmente la deuda externa y que no debía un centavo de dólar a la banca privada extranjera, se convirtió en deudora serial al convertir –por imposición del FMI- la deuda comercial de los convenios bilaterales en deuda financiera exigible. Así, hacia el año 1958, al producirse el fin de la tristemente célebre revolución libertadora, nuestro país adeudaba la suma de 1051 millones de dólares, dando origen al monumental proceso de endeudamiento externo con el cual progresivamente hemos perdido nuestra independencia económica, nuestra soberanía política y por fin la justicia social para nuestro pueblo.
Así y a través de este breve relato histórico llegamos al año 2018, cuando el FMI le acordó a Mauricio Macri y a sus socios de JUNTOS POR EL CAMBIO el mayor préstamo (su naturaleza jurídica es otra) de la historia del organismo internacional, contando para ello con el voto favorable en su Directorio del socio mayor: Estados Unidos, gracias a los buenos oficios de su presidente: Donald Trump, expresión política de la derecha más reaccionaria de la política norteamericana.-
Fueron 57.000 millones de U$S de los cuales, 44.500 millones ingresaron al país y así como ingresaron se fugaron, dejando para el futuro una deuda con plazos de vencimientos totalmente impagables, sumado a una suma sideral en concepto de “recargo” (intereses usurarios) por haber superado el préstamo el total de la cuota que tiene nuestro país en el Fondo.-
La frustrante gestión política, económica y social de Mauricio Macri y su Juntos por el Cambio durante el período 2015/2019, produjo su derrota electoral del 27/10/19, en cuya oportunidad en la primera vuelta del ballotage se impuso la fórmula presidencial del FdT (Alberto FernandezCristina Fernandez de Kirchner).
Al asumir Alberto Fernandez la Presidencia de la Nación el 25/12/19, tenía frente a sí la pesada herencia de dos frentes de endeudamiento público externo: el endeudamiento con los bonistas privados bajo legislación extranjera y el gravoso e inmoral endeudamiento con el FMI, al cual ya hicimos referencia. Respecto del primero la gestión del Ministro Martín Guzman fue exitosa ya que logró reestructurar el 93,5% de una deuda externa soberana con bonistas extranjeros de 60.000 millones de
U$S, con el siguiente resultado
beneficioso para el país: se redujeron las tasas de interés del 7% al 3% anual, se redujo a la suma de 4.500 millones de U$S la friolera de 30.200 millones que se debía cancelar durante el período 2020/2024, y se logró un ahorro para los argentinos de 37.700 millones de U$S.-
LA NEGOCIACIÓN CON EL FMI Y SUS RESULTADOS. Para encarar la respuesta a la sideral deuda contraída por Macri y sus socios de JUNTOS POR EL CAMBIO con el FMI, el gobierno tomó la decisión de no discutir la legitimidad de la deuda –en sintonía con lo que ya había hecho Raúl Alfonsín hacia los 80-, y considerándola legítima (no cuestionable desde el punto de vista jurídico) envió al Congreso dos proyectos hoy convertidos en ley. Por medio de una de ellas (la ley 27.541/21) el Parlamento le autorizó al Poder Ejecutivo para que llevara adelante negociaciones con el Fondo a fin de lograr un acuerdo, y por la otra (la ley 27.612/21) se establece que, es el Congreso el que debe aprobar el acuerdo al cual arribare el gobierno con el organismo internacional. En síntesis, el Congreso delegó en el Poder Ejecutivo la facultad que le confiere la Constitución Nacional (arreglar el pago de la deuda interior y exterior, art. 75 inc. 7), y se reservó la atribución de aprobar o desechar lo acordado por el Poder Ejecutivo con el Fondo Monetario Internacional.
Tras arduas negociaciones con los técnicos del FMI y luego de poner en conocimiento el contenido y los alcances del pre acuerdo a los sectores empresarios y sindicales y a los gobernadores de las provincias, el Presidente Fernandez elevó al Congreso el proyecto de ley, solicitando la aprobación de lo que se denomina “Acuerdo de Facilidades Extendidas”, con el objeto de sustituir el acuerdo “stand by” que, había sido acordado por Mauricio Macri y JUNTOS POR EL CAMBIO hacia el año 2018, y cuyos vencimientos son totalmente impagables para una economía en crisis (19.000 millones de U$S en el 2022 y 20.000 millones en el año 2023), con condiciones leoninas para los trabajadores, jubilados y para las Pymes, a la vez que privilegiaba a los grupos concentrados del agro negocio, al capital especulativo y a la timba financiera. Lo rescatable del Acuerdo de Facilidades Extendidas – recientemente aprobado por el Congreso- es que, apartándose de las tradicionales recetas de la ortodoxia liberal del FMI, se ha excluido de los condicionamientos impuestos al gobierno nacional la flexibilización del Derecho Laboral, del régimen jubilatoria y la privatización de lo que aún es parte del patrimonio nacional.-
LAS POSIBLES CONSECUENCIAS POLITICAS ECONOMICAS Y SOCIALES DEL ACUERDO DE FACILIDADES EXTENDIAS CON EL FMI.-
La única verdad es la realidad y la única realidad es que, nuestro país con el Acuerdo de Facilidades Extendidas (AFE) ha perdido su soberanía en materia económica ya que, deberá en el futuro y por largos años cumplir con los condicionamientos fiscales, financieros, cambiarios y monetarios impuestos por el FMI. El gran interrogante es el futuro, esto es, si con tales condicionamientos el gobierno nacional podrá durante el curso de los próximos cuatro años –que no deberá afrontar pagos con el deudor externo-, reactivar la economía nacional y obtener las divisas necesarias para cumplir con los pagos extraordinarios que deberá hacer efectivo a partir del año 2025, y que incluye además de los repagos al FMI la deuda reestructurada con los bonistas privados durante el año 2020.
ALBERTO FERNANDEZ Y EL FdT NO ES MAURICIO MACRI Y JUNTOS POR EL CAMBIO. El gobierno del FdT de Alberto Fernandez –a diferencia de Juntos por el Cambio de Mauricio Macri- tiene un compromiso asumido con la Patria y con el pueblo argentino y en ese sentido, por una razón de ética y de lealtad política, está obligado a llevar adelante una política económica y social que conlleve más empleo y trabajo digno, y sacar de la miseria a los millones de argentinos que hoy viven por debajo de la línea de pobreza y por qué no de la indigencia. Tendrá que honrar con la justicia social el compromiso asumido con el pueblo en las elecciones presidenciales del 27 de octubre de 2019, y si no fuere así de seguro, sufrirá las consecuencias del “tronar del escarmiento” del pueblo en la calle y el juicio lapidario de la historia.
En esta difícil encrucijada histórica para el país, lo menos aconsejable es el dogmatismo, el sectarismo y el pragmatismo. Se impone la unidad organizada y la participación y el protagonismo de todos los sectores del campo nacional y popular –más allá de las discrepancias de coyuntura- a sabiendas que, en frente está el poder real de la oligarquía políticamente expresada a través de la coalición Juntos por el Cambio, coalición que, que en el contexto de las contradicciones de clase que divide a la sociedad argentina, es funcional a los patrones ideológicos y a los intereses de las clases dominantes y del imperialismo, su socio secular.-
PERONISMO Y KIRCHNERISMO A LA HORA DE LAS
DEFINICIONES POLITICAS. A no olvidar, el mayor enemigo del campo nacional y popular es la dispersión política y la inorganicidad (la falta de una mesa de conducción política en la cual la dirigencia del FdT articule el debate interno y las definiciones políticas estratégicas y de coyuntura). El Gral. Perón sostuvo en vida –esto dicho para evitar confusión- que, PERONISTA no es cualquiera: “Peronista es aquél que es fiel a las directrices de nuestra ideología y a las prescripciones de nuestra doctrina, la que pivotea sobre el concepto de justicia social que, es la base de nuestra promoción revolucionaria”. También sostuvo que, la organización es lo único que vence a la acción del tiempo y que, es la organización la que debe asumir la conducción del campo popular, si no surgiere en el tiempo un líder político
“tocado por el óleo sagrado de
Samuel” con la suficiente inteligencia y capacidad política para conducir al conjunto del pueblo a la victoria. Y algo fundamental para que aquellos que se asumen Kirchneristas, Nestor Kirchner –el padre fundador de lo que hoy en forma interesada e insidiosa denominan kirchnerismo-, sostuvo en vida ya próximo a su fatídico deceso: “Yo fui militante Peronista toda la vida…. Siempre sobre la base de principios rectores y no caer en lo que se dijo en algún momento que, se habían muerto las ideologías…. Lo que la historia no le perdonará al PJ, pero tampoco a los sectores progresistas no justicialistas, es que por vedetismo permitan la restauración conservadora”. Comprendió como nadie que, la política conlleva la resolución de contradicciones y que más allá de las internas, la fundamental a resolver es la contradicción con la oligarquía (las clases dominantes dueñas del poder real), esa que hoy se ha posicionado mayoritariamente en el Congreso a través de Juntos por el Cambio, cuyos miembros defienden a ultranza los privilegios de las clases dominantes y la dependencia neocolonial de la Patria.-
No es Peronismo carecer de un programa de gobierno inspirado en el objetivo de la liberación nacional y la justicia social, y tener al pueblo desmovilizado y ajeno al conocimiento de las grandes decisiones políticas del gobierno. El pueblo, artífice y protagonista de su propio destino, debe conocer los acuerdos con el FMI y la responsabilidad que le cabe ante la historia a Mauricio Macri y sus socios de Juntos por el Cambio por el brutal endeudamiento contraído con ese organismo internacional.-
Lejos de la democracia formal del demoliberalismo capitalista en el cual el ciudadano es un simple convidado de piedra, el Peronismo postula la democracia social, esa que se encuentra sintetizada en una de las 20 VERDADES DEL JUSTICIALISMO: “La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo”, magistralmente interpretada por el Co. Antonio Cafiero en sus “Memorias”: “la democracia se vuelve débil e ingobernable cuando demuestra su incapacidad de transformar, La democracia es fuerte cuando se inspira en el cambio, cuando transforma al ciudadano ocasional en un sujeto existencial ligado a la misma vida de la sociedad”, lo otro, lo que hoy tenemos y es suicida, es el posibilismo, esa concepción de que nada se puede cambiar porque todo está condicionado por el espíritu de la época, espíritu signado por la indiferencia y la muerte de las rebeldías frente a la dependencia y la injusticia social.
Corrientes, 14 de marzo de 2022.
POR EL CENTRO DE ESTUDIOS Y DE INVESTIGACIONES
HISTÓRICAS “Juan Domingo Perón”.-
Hector Oscar Castillo
Norberto Santiago Soto
Ramón A. Salazar Pelato
Maria Cristina Preckel
Ramón Aguedo Gómez
Juan Manuel Roldan
Daniel Abrahan Bordon
Maria Gregoria Pérez
Gladys Noemi Soto