Tolerancia cero. Jorge Capitanich anunció que desde enero del año 2017 no habrá más consideraciones para el tránsito de motocicletas en la capital chaqueña. Su propio análisis en los días previos a la muerte de un joven de 15 años que incluyó la viralización de videos y fotografías (reales y falsas) del cuerpo aplastado por un colectivo importa retirar de circulación al 90 por ciento de las motocicletas.
Semejante medida, a un año de ejercicio en la función de intendente, debiera responder a la aplicación de un plan de gobierno y no a un espasmo por la indignación que causa la muerte. Como la caída del vuelo del Chapecoense, en la que los acontecimientos previos demostraron que no se trató de un accidente sino prácticamente un homicidio ante la laxitud de toda la cadena que permitió ese vuelo de la muerte, las distintas gestiones incluido el primer año del intendente han demostrado hasta ahora “Tolerancia 100” con el tránsito y ese es uno de los ingredientes de la génesis del caos.
Improvisar sobre esto conllevará situaciones de conflicto y pondrá en crisis al municipio porque lo que se viene, en caso de exigir el cumplimiento de las normas de tránsito importaría la necesidad de, desde un lugar para acopiar una enorme cantidad de motocicletas y autos, hasta enfrentar la realidad de que en términos reales implicaría el perjuicio para muchas familias que repentinamente quedarían sin su principal elemento de transporte.
En detalle, si hoy las familias de hasta cuatro o cinco personas se trasladan en una motocicleta con capacidad para dos, secuestrar esa unidad pondrá en debate quién se hará cargo de las consecuencias de ese secuestro.
Según el intendente Capitanich si la municipalidad se hubiera puesto dura desde el principio, hubiera tenido que secuestrar más de 100 mil motos de las 122 mil que están en tránsito en este momento en la ciudad de Resistencia.
Se trata de la confesión del funcionario admitiendo que no hizo cumplir la ley y como consecuencia de ello “Toleró 100”. Permitió el caos de manera intencional.
Hacer bajar de la motocicleta a la porción mayoritaria de la familia tendrá que canalizarse a su vez hacia el transporte público. Poco y nada se ha hecho por mejorar el sistema, no sólo en el área urbana, sino en general en toda el área metropolitana.
Durante la semana, los empresarios del transporte acudieron al gobierno para pedirle créditos del banco del Chaco para la modernización de unidades, pero sobre todo aumento tarifario. Es probable que el orden se invierta. Sin que se pueda lograr la implementación del sistema SUBE en toda la región, todo continuará como hasta ahora. Sin poder olvidar que ninguno de los colectivos del transporte urbano e interurbano de la región metropolitana se encuentran adaptados para el uso por parte de personas con discapacidad.
Pero si esa contemplación a la cuestión social hizo mirar a las autoridades hacia otro lado cuando familias enteras pasaban por delante de ellos en motocicleta, cuál es el motivo que impide hacer bajar a los menores de la conducción de esos rodados.
El joven falleció un jueves a las 2 de la tarde en la avenida Urquiza. Difícilmente un control lo hubiera detectado en ese lugar.
Los secuestros promocionados, tanto por el municipio como la provincia se dan habitualmente en las zonas céntricas o los fines de semanas como complemento al control de alcoholemia en donde sí ocurren secuestros de gran cantidad de motocicletas.
En su última reunión con los intendentes en la que le pidió que controlen a la Salud Pública, el gobernador Domingo Peppo, tocó tangencialmente el tema “durante un tiempo el Estado perdió los niveles de control por lo que hay lugares donde los trabajadores no cumplen a pesar que el sistema está sobre exigido por la demanda. La situación aún empeora teniendo en cuenta que las obras sociales muchas veces no son recibidas en todos los servicios privados , por lo que vamos a trabajar en mejorar el recupero de gasto y por la gran cantidad de accidentes de tránsito, que saturan las guardias”.
Sin datos del último trimestre del año, entre enero y septiembre el viernes es el día en el que se registra el mayor número de accidentes. Para atender accidentes el servicio de emergencia, se requiere con mayor frecuente en el horario de 12 a 14, con 887 pacientes y de 18 a 20 con 852 personas accidentadas.
De las 4.100 personas involucradas en accidentes, 2.057 (50%) precisaron atención medica en el Servicio de Guardia y Emergencia del Hospital Perrando, mientras que el 35% no necesitó ser trasladada a las instituciones de salud. En tanto, que las localizaciones geográficas más afectadas por accidentes son Av. Alvear y ruta 11; Av. Lavalle y Av. Avalos; Av. Alvear entre Santa María de Oro y Vedia; y Av. Castelli entre Av. San Martin y Arbo y Blanco.
Las cuestiones complementarias no surten efecto. A la vista de todos, llama la atención que en algunas estaciones de servicio hay largas colas de motos esperando para cargar combustible y en otras no. Es que en las primeras no obligan a sus clientes a llevar el casco como prevé una ley sancionada especialmente para eso y presentada por sus autores como una solución.
El Poder Legislativo sanciona la ley y después se olvida, porque no es autoridad de aplicación.
Pero otros que supuestamente hacen respetar esa ley ofrecen a sus clientes el préstamo del casco para poder efectuar la venta. Una vez realizada la transacción comercial el motociclista devuelve el casco y circula nuevamente sin él, pero con nafta.
La ley se transforma en un formalismo. Todos los actores contribuyen para ello. El sistema fracasa. Y quien circula fuera de la ley tiene combustible para hacerlo.
