El remero correntino clasificó a los Juegos de Paralímpicos que se desarrollan en la actualidad en el país asiático, pero una “decisión técnica” lo marginó de la máxima cita mundial. Ya recuperado emocionalmente, entrena todos los días para obtener otro trofeo sudamericano.
Si hay un deportista correntino que sabe el significado de la palabra resiliencia es Alejandro Vera. Uno de los máximos exponentes argentinos del remo adaptado que desarrolló una admirable capacidad para adaptarse a la adversidad.
Tras una difícil historia personal ligada a un problema en sus extremidades inferiores, el hombre, de 54 años, encontró en el remo un medio para probarse a sí mismo y competir contra el mayor de sus adversarios: las dificultades que le preparó el destino.
Alejandro Magno Vera nació el 5 de agosto de 1967 y toda su infancia transcurrió en el barrio La Rosada. Un distrito próximo a clubes como Regatas, El Tala y Arroyito. De ahí que desde pequeño desarrolló gusto por la práctica del básquetbol y sus problemas físicos no fueron impedimento para jugar e integrarse a distintos equipos.
Por sus dificultades físicas se enfocó en la parte estratégica y consiguió el título de director técnico Nivel 2 ; comandó los equipos de clubes como Hércules, El Tala, Córdoba, Regatas y Antorcha de Saladas. En 1994, la Universidad Nacional del Nordeste lo convocó para los Juegos Universitarios y tras una buena campaña quedó a cargo de la disciplina. En la actualidad está a cargo del básquet en sus modalidades intercurso, interfacultades, femenino y competencias regionales.
Cuando tenía cinco años, en pleno desarrollo, sufrió la descalcificación de la cabeza de su fémur. Y a los 21 años, se sometió a una intervención para fijar su cadera, pero al hacerlo la pierna derecha le quedó más corta. En consecuencia, la izquierda se convirtió en su principal punto de apoyo. Esta situación trajo aparejada otros problemas que concluyeron con el reemplazo total de su cadera.
A la par de su pasión basquetbolística, Vera remó desde 1988, pero siempre a bordo de canoas tipo pescador. Así fue como a finales de 2014, desde el Club Regatas lo invitaron a probarse para la Selección Argentina de Remo Adaptado. “Siempre hice trabajos de fuerza y soñaba con el día que haya un carrera de canoas”, comentó a diario época.
Los profesionales de la institución le comentaron que podía adaptarse las embarcaciones a distintas discapacidades. De esta forma, se integró al deporte paralímpico. En siete años, el atleta llegó a destacarse dentro de la categoría PR1 Single en competencias nacionales e internacionales. Dentro de esta rama sólo se puede remar con los brazos y los hombros, mientras que las piernas quedan de lado. Entre sus logros se puede mencionar la Copa América (2018-2019) y fue primero en la final B, en la regata internacional de Gavirate, Italia.
Sueño olímpico frustra
Los Juegos Paralímpicos “Tokio 2020”, que iniciaron este 24 de agosto y concluirán el 4 de septiembre, estuvieron muy cerca de contar con un representante correntino. Vera ganó en marzo el preolímpico en Río de Janeiro cuando se impuso en la final de la categoría PR1 M1x Men Senior con un tiempo de 11:18.39 minutos. Sin embargo, una “decisión técnica” lo dejó afuera de la competencia pese a haber clasificado.
“Me sentí bastante dolido. Tuvimos una charla dura con el entrenador (Esteban Brigulio) porque me dio explicaciones que no las entendí y hasta ahora no las comprendo. Tuve que aceptarlas con el dolor en el alma”, expresó. El problema fue que la remera platense Brenda Sardón ganó la misma competencia en femeninos y por reglamento de la Federación Internacional de Sociedades de Remo (FISA) sólo podían acceder a una plaza olímpica una persona por país. De esta forma, buscan que la mayor cantidad de naciones participen. Así, Brigulio tuvo que elegir entre el correntino y la bonaerense.
“Se justificaron en un tema de proyección, siendo que este podía ser mi última oportunidad para ir a los Juegos Paralímpicos (Sardón tiene 30 años y Vera 54). Además, el mexicano Michael Muñoz Malagon, que salió segundo en el clasificatorio, está en Tokyo ya que tomó el lugar de Vera en masculinos.
“Fueron dos meses muy duros pero logré recuperarme. Ahora estoy entrenado de nuevo, a la mañana con el remo y a la tarde con pesas”, contó.
En el horizonte, el regatense participará en el Campeonato Sudamericano de Remo en Paraguay (diciembre 2021) y el Mundial de Remo de República Checa (septiembre 2022).
