La Pulga marcó dos goles y fue determinante en la goleada por 4-0 del conjunto catalán a Athletic de Bilbao para alzar el trofeo.
El rosarino fue la clara figura de su equipo, al haber sido determinante tanto con su buen juego como con su cuota goleadora. Es que la Pulga gritó dos goles en la final e hizo historia: marcó su segundo doblete en la final del certamen, algo que no ocurría desde hace 82 años. En 2015, el rosarino también había gritado dos goles.
Más allá de la superlativa actuación de Messi, Antoine Griezmann y Frenkie De Jong aportaron los restantes dos goles para un Barcelona que anuló totalmente al conjunto de Bilbao. Apenas una jugada de peligro crearon los de Marcelino García Toral apenas comenzó el partido, en los pies de Iñigo Martínez.
Así, la obtención de otra Copa del Rey significó para Messi alcanzar los 37 títulos con la camiseta de Barcelona, mientras que para el conjunto catalán implicó la primera corona de la nueva gestión del presidente Joan Laporta. Ahora, el equipo dirigido por Ronald Koeman buscará revalidar este título en La Liga competición en la que se ubica tres puntos por detrás del líder Atlético de Madrid, a falta de ocho jornadas.
