Es la imagen del día en Europa. Vinicius marcó el 3-2 de Real Madrid ante Celta de Vigo y fue a festejarlo en medio de la tribuna del Santiago Bernabéu, que hoy volvió a acoger a su equipo después de más de un año y medio.
Al delantero brasileño poco le importó el protocolo por Covid-19 y recibió la tarjeta amarilla tras convertirse en uno de los goleadores de La Liga, con cuatro gritos, uno menos que Karim Benzema, autor de un triplete.
El contexto en Argentina es completamente diferente: recién el pasado jueves el público pudo volver a la cancha después de más de un año y medio. Fue para presenciar el 3-0 de la Selección Argentina ante Bolivia en el Monumental por las Eliminatorias Sudamericanas. Aquella noche, Lionel Messi brilló con un triplete y comandó la vuelta olímpica en Núñez, con show musical incluido.
Con el viento a favor, el recital de Vini se cerró con un penal que aprovechó Benzema para ser el goleador de LaLiga con cinco gritos. El brasileño amagó, dejó pagando al colombiano Jeison Murillo y fue volteado dentro del área por el español Denis Suárez.