“En mi colegio una profesora dijo, para descalificar a un curso, que eran una manga de putos y tortas”. “En la escuela me dijeron que los hombres no podían usar piercing porque era de mujeres, y que un hombre use eso era inmoral. Me lo sacaron a la fuerza y se me infectó”. Estos testimonios son algunos de los que recopiló desde julio el Colectivo de Diversidad Corrientes, un grupo integrado por personas Lgbtiq (Lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales y queer) y que se formó después de la última Marcha del Orgullo en la ciudad.
La comunidad sabe que los actos de discriminación son moneda corriente en la sociedad y justamente comenzaron a realizar este tipo de encuestas virtuales por medio de la red social Instagram para visibilizar su situación. De todos los testimonios aportados por personas de entre 15 y 35 años, además de cuestiones que sucedieron en la vía pública, identificaron también que muchos se dieron en el ámbito escolar y no solamente por violencia entre compañeros, sino a su vez por el accionar o la impasividad de los docentes.
“Sorprendió la cantidad de casos en escuelas”, señaló Leo Almirón, integrante del Colectivo. “Sabemos que se habla de bullying y que uno de los motivos es por orientación sexual e identidad de género”, explicó y aseguró que es “preocupante” el hecho de que los ataques no se dan únicamente entre compañeros. “Hay falta de profesionalidad de los docentes que hacen comentarios discriminatorios e inclusive alientan a los estudiantes a que lo hagan”, sostuvo.
En este sentido, desde la organización se comunicaron con el equipo de redes sociales del Ministerio de Educación para hacerles llegar los relatos. Recibieron como respuesta que los casos iban a ser elevados a las autoridades, pero de igual forma Almirón comentó que intentarán hacer una presentación formal. Además, señaló que “está la idea de generar algún dispositivo para apoyar a los chicos o chicas que se sienten discriminados o violentados”.
“Socialmente no hay una conciencia de la gravedad de esto, porque se lo toma como algo común y que no parece agresivo”, manifestó el referente del Colectivo, quien también habló de un caso que se da en una escuela céntrica: “Hay dos chicos trans que están sufriendo discriminación por parte de la institución, ya que no les dejan vestirse o modificar sus nombres en los legajos, como ellos se autoperciben. La directora les pedía que modifiquen su DNI, cosa que no es necesario”.
Asimismo, destacó que entre los casos que se dan en otros ámbitos, hay algunos “graves que ameritan denuncias policiales, como agresiones físicas e insultos en la calle hacia personas que iban de la mano o que se daban un beso”. “Hace poco fue el caso de un remisero que se bajó a pegarle a un chico por ser homosexual”, añadió.
