El presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia , que se encuentra asilado en España, viajará este viernes a Buenos Aires , Argentina, donde será recibido por el presidente Javier Milei en la Casa Rosada.La oficina de Comunicación y Prensa de la Presidencia Electa de Venezuela confirmó en un comunicado al que tuvo acceso ABC que el líder opositor González iniciará su gira internacional por América Latina con una visita oficial a la República de Argentina.Noticia Relacionada estandar Si El chavismo intensifica la retórica belicista antes de la toma de posesión Luis Pérez«Este sábado, 4 de enero, el presidente González será recibido por el presidente de la República Argentina, Javier Milei. El encuentro se llevará a cabo en la Casa Rosada\'\', precisó la nota oficial.En el marco de esta importante visita \'\'extendemos una cordial invitación a toda la comunidad venezolana residente en Argentina para congregarse a las afueras de la Casa Rosada para acompañar al presidente electo durante este encuentro\'\', añade.Esta es la primera escala que hace González en su gira por América Latina, toda vez que fue embajador de Venezuela en Argentina (1998-2002). El comunicado de prensa no informa qué otro país de la región será visitado antes de la investidura del presidente electo prevista para el 10 de enero.La visita del presidente venezolano tiene lugar en medio de tensas relaciones entre Venezuela y Argentina.El gobierno de Nicolás Maduro se ha negado a entregar salvoconductos a los cinco políticos, miembros del equipo de María Corina Machado que se encuentran asilados en la Embajada de Argentina en Caracas, a la que le ha cortado el agua y la electricidad.El régimen chavista también ha detenido en el estado fronterizo del Táchira al gendarme argentino Nahuel Gallo el 8 de diciembre, a quien acusa de supuesto terrorismo. El gendarme es pareja de la venezolana María Gómez que había venido a visitarla para las fiestas navideñas.La irregular detención del gendarme argentino, que el gobierno de Milei califica de secuestro y rehén político y exige inmediata liberación, ha generado fricciones y cruces diplomáticos entre los dos gobiernos sudamericanos.