Priscila Veríssimo tenía de 35 años, pero por sus convicciones se negó a aplicarse la vacuna y el miércoles murió de coronavirus.
Una enfermera brasileña tuvo la oportunidad de vacunarse contra el coronavirus por ser parte del personal indispensable. La mujer se negó a recibir dosis de Coronavac porque pensaba que la vacuna china no había sido aprobada científicamente.
Priscila Veríssimo tenía de 35 años, pero por sus convicciones se negó a aplicarse la vacuna y el miércoles murió de coronavirus.
La joven enfermera era oriunda del barrio de Brasilia en Arapiraca, un pueblo de la región de Agreste de Alagoas y trabajaba como enfermera en un hospital Chama hacía varios años.