Esta investigación podría llevar a congelar los activos y cuentas de exfuncionarios, ministros y cargos electos, indicó un directivo del banco central del país, Da Afghanistan Bank, que habló bajo condición de anonimato.
Los talibanes investigan las cuentas bancarias de exaltos funcionarios del Gobierno afgano derrocado en busca de eventuales ganancias ilícitas, informaron dos directivos del sector bancario, público y privado.
Esta investigación podría llevar a congelar los activos y cuentas de exfuncionarios, ministros y cargos electos, indicó un directivo del banco central del país, Da Afghanistan Bank, que habló bajo condición de anonimato.
Por su parte, un funcionario de un banco privado confirmó que un equipo de "auditoría" talibán se presentó en el lugar para examinar las cuentas de algunos exfuncionarios del Gobierno depuesto el 15 de agosto, cuando los rebeldes tomaron el control de Kabul, la capital, informó la agencia de noticias AFP.
Durante el Gobierno del expresidente Ashraf Ghani, la corrupción fue endémica y generalizada, con denuncias de que millones de dólares recibidos en concepto de ayudas al país habrían sido desviados.
El propio exjefe de Estado está acusado de llevarse consigo millones de dólares cuando huyó hacia Abu Dabi, algo que ha negado en reiteradas ocasiones.
Un video publicado en las redes sociales por varias cuentas talibanas muestra millones de dólares en efectivo y lingotes de oro, que habrían sido encontrados en la residencia en Panjshir del exvicepresidente, Amrullah Saleh.
En esta filmación, que no fue confirmada por fuentes independientes al movimiento talibán, se puede ver en particular a combatientes talibanes sentados en el suelo contando dinero y oro, supuestamente encontrados dentro de maletas.
La investigación del nuevo Gobierno tiene lugar en momentos en que el país enfrenta una gran escasez de liquidez, por lo que cada afgano solamente puede retirar de los cajeros el equivalente a unos 120 dólares semanales.
El Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) suspendieron sus ayudas y Estados Unidos congeló las reservas del banco central afgano en Washington.
En total, se trataría de un monto de 9.000 millones de dólares en ayudas, préstamos y activos a los que Afganistán ya no puede acceder, tuiteó la semana pasada Ajmal Ahmady, exgobernador interino del banco central afgano.
Los talibanes, a su vez, enfrentan denuncias de organizaciones humanitarias por la presunta comisión de crímenes de guerra en Panjshir, algo que ellos niegan.
El vocero de los radicales islámicos, Zabihullah Muyahid, negó que las fuerzas del movimiento cometieran violaciones de los Derechos Humanos en sus operaciones para hacerse con el completo control del país, informó la agencia de noticias afgana Jaama.
En un comunicado que se conoció esta madrugada, Muyahid subrayó que no han cometido "ningún tipo de crimen de guerra" en la provincia de Panjshir y aseguró que la ONG tendrá "acceso completo" a la zona para investigar esas acusaciones, según recogió la agencia de noticias DPA.
El vocero instó a Human Right Watch, responsable de la denuncia, a no realizar "falsas acusaciones" ni difundir "información fabricada" sobre el enemigo. En este sentido, llamó a la organización a ser "imparcial".
Poco antes, la cadena de televisión británica BBC informó que al menos una veintena de civiles habrían muerto a manos de los talibanes en algunas zonas de la provincia de Panjshir, donde el Frente Nacional de Resistencia sigue enfrentándose a los extremistas.