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Se consuma el giro: los republicanos son el partido de la clase trabajadora

Ha sido un tsunami republicano. Ni siquiera hubo opciones de verdad para Kamala Harris en los llamados estados decisivos. Donald Trump ganó lo que podía ganar, todo menos los grandes feudos demócratas, y aun en ellos aumentó los votos con respecto a hace cuatro años. Por ejemplo, Nueva York, el más demócrata de los estados demócratas, vio como Trump se imponía de forma inesperada en barrios de Queens y Brooklyn.Este miércoles comenzaron los reproches internos en la campaña demócrata y entre sus estrategas. Se lamentó en redes, platós y artículos de opinión que el país es machista, racista, que no está listo para una agenda progresista. Pero en realidad la respuesta es sencilla, es vieja, fue acuñada por el equipo de Bill Clinton allá por 1992: «Es la economía estúpido».En última instancia, el regreso de Trump al poder se consolidó gracias a una coalición renovada de votantes, novedosa para los republicanos, personas de menos recursos y educación baja o media, quienes priorizaron sus preocupaciones económicas y percibieron en el estilo directo y populista de Trump una promesa de cambio más concreta que el mensaje de unidad a futuro de Harris. Noticia Relacionada estandar Si Harris se hundió al perder apoyos de mujeres, negros e hispanos David Alandete Aunque un 54% ve a Trump con malos ojos, el asunto prioritario es llegar a fin de mes y no la agenda identitariaLos temas económicos jugaron un papel decisivo en la elección. Un 31% de los votantes mencionó la mala marcha de la economía como el tema más importante al decidir su voto, y el 51% indicó que confiaba más en Trump para manejar la economía, frente al 47% que expresó su confianza en Harris, según las encuestas a pie de urna de Reuters. Otras, de medios como CNN o MSNBC confirmaron esas conclusiones. Sangría de voto negroLas mismas encuestas revelaron que Harris no logró replicar el apoyo que Biden obtuvo en 2020 entre los votantes negros, obteniendo un 86% de respaldo en comparación con el 92% de Biden. Este retroceso fue aún más notable entre los hombres negros, donde Harris obtuvo solo un 78% frente al 87% que apoyó a Biden en las elecciones anteriores. Entre las mujeres negras, un grupo históricamente fiel a los demócratas, el apoyo a Harris se mantuvo muy alto con un 90%, pero también mostró una ligera disminución en comparación con el respaldo que Biden recibió en 2020. David Alandete, corresponsal de ABC en Washington, analiza la derrota demócrataTodos los grupos, todos, preferían a Biden, a tenor de estos resultados. Los votantes hispanos también mostraron una tendencia de cambio hacia el Partido Republicano. Aunque Harris ganó la mayoría de los votos hispanos a nivel nacional con un 53%, este porcentaje fue inferior al 59% que Biden logró cuatro años antes.Entre los hombres hispanos, el cambio fue particularmente notable: el 54% apoyó a Trump, una cifra considerablemente mayor en comparación con el 40% que obtuvo en 2020. Las mujeres hispanas mantuvieron su preferencia por los demócratas, pero también hubo una disminución en el margen, lo que refleja una pérdida de terreno en un grupo clave para los demócratas. Según los datos proporcionados, el porcentaje de mujeres hispanas que apoyaron a Harris en las elecciones fue del 61%.Jóvenes desencantadosEntre los votantes jóvenes, un segmento demográfico crucial en la victoria de Biden en 2020, Harris tampoco logró mantener el mismo nivel de apoyo. Si bien obtuvo el 55% de los votos en el grupo de 18 a 29 años, esto representó una caída en comparación con el margen de 24 puntos con el que Biden superó a Trump en este grupo en 2020. Harris, quien se convirtió en la primera mujer de raza negra en encabezar la candidatura de un partido mayoritario, perdió así terreno en los grupos de votantes negros, hispanos y jóvenes, debilitando significativamente la base electoral demócrata y permitiendo que Trump recapturara los estados cruciales de Pensilvania, Wisconsin y Georgia, que le otorgaron los 270 votos electorales necesarios para regresar a la Casa Blanca sin esperar a recuentos.A lo largo de tres meses, Harris intentó conectar con los votantes hispanos, negros y hombres, y marcar una diferencia frente a Trump, quien había rechazado su derrota en 2020, fomentado una insurrección violenta en el Capitolio y se enfrenta aun a múltiples cargos penales. Sin embargo, a tenor del resultado, Trump basó su campaña en temas que calaron más entre los votantes, como la economía y la inmigración, prometiendo la deportación de millones de personas en el que sería el programa de deportación más grande en la historia de EE.UU. La promesa populista y proteccionista y de seguridad económica fueron efectivas para fortalecer su conexión con la clase trabajadora blanca y los votantes hombres, debilitando el apoyo que Harris esperaba retener en estos sectores.Los altos precios y la inflación persistente desde el inicio del mandato de Biden generaron un sentimiento de frustración, especialmente entre los votantes de clase trabajadora que, en algunos casos, experimentaron un empeoramiento de su situación financiera. En 2022 la inflación llegó a superar el 9%, un drama para muchas familias.Según las encuestas, el 45% de los votantes dijo que su situación financiera familiar era peor que hace cuatro años, una cifra notablemente más alta que el 20% que reportó lo mismo en 2020. Trump también aprovechó el descontento con las políticas migratorias de la administración Biden, que fueron muy criticadas tanto por republicanos como por algunos líderes demócratas en estados fronterizos.

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