Donald Trump ha insistido en su discurso de la victoria en que vuelve al poder «para detener las guerras» y su gran aliado en Oriente Próximo, Israel, tiene abiertos los frentes de Gaza, Líbano, Yemen, Irak, Siria e Irán. Una semana antes de las elecciones, dos fuentes cercanas a Benjamín Netanyahu y Trump filtraron al diario \'The Times Of Israel\' que el líder republicano trasladó al primer ministro israelí que, en caso de victoria, quería la guerra en Gaza terminada antes de su ingreso en la Casa Blanca, el 20 de enero. Trump transmitió este mensaje por primera vez a Netanyahu en julio, cuando el dirigente israelí le visitó en su residencia de Mar-a-Lago de Florida y, según \'The Times Of Israel\', se lo repitió a comienzos de este mes. Cerrar el frente de Gaza serviría para apaciguar el resto, este es el mensaje lanzado por algunos responsables de Irán, país que está detrás de las milicias que atacan al Estado judío desde el 7 de octubre en solidaridad con Hamás . Trump quiere un final en Gaza en un plazo de poco más de dos meses, pero ¿cuál es el precio que Netanyahu pone al final de la guerra y a un alto el fuego que abriría la puerta al regreso de los cautivos a casa? El ejército israelí trabaja desde hace un mes en la expulsión forzosa de los civiles del norte de la Franja y ha anunciado que no permitirá que regresen a sus hogares en Beit Hanoun, Beit Lahia y Jabalia. La mayoría de esos civiles son descendientes de refugiados expulsados de sus tierras en 1948 y la historia se repite para las nuevas generaciones. El plan de los ministros ultranacionalistas de Netanyahu, los primeros en aplaudir el regreso de Trump, es volver a levantar colonias en Gaza. Una segunda fase, podría llevar a la evacuación forzosa de palestinos del sur de la Franja hacia el desierto del Sinaí, otra de las propuestas habituales de los dirigentes ultranacionalistas que ahora tienen un peso decisivo en la política nacional.Noticia Relacionada estandar Si Netanyahu cree que Trump le dará «mano libre» en sus operaciones contra Hamás e Hizbolá Francisco de Andrés El líder republicano ha criticado en varias ocasiones la lentitud de la campaña en Gaza y ha prometido tomar medidas en favor de un acuerdo de paz tanto en la Franja como en el LíbanoLas autoridades israelíes desean también formalizar la anexión de Cisjordania y acabar con la presencia de Unrwa, dos medidas que Trump podría facilitar ya que en su anterior mandato ya reconoció la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, Jerusalén como capital de Israel y retiró la financiación a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos. Ministros como Itamar Ben Gvir ven clara la oportunidad y nada más conocer los resultados dijeron a los medios que «este es el momento de la soberanía sobre Cisjordania, el momento de la victoria completa». Un golpe duro a IránLa expansión de un conflicto en Oriente Próximo choca con la estrategia internacional de Trump que prioriza el \'America first\' («primero Estado Unidos»). El vicepresidente, James David Vance, ha insistido en campaña en la necesidad de «acabar la guerra lo antes posible» para permitir a «israelíes y países árabes suníes» formar un frente unido contra Irán y recuperar el impulso de los Acuerdos Abraham . En opinión de Vance, «cuanto más se alargue la guerra, más dura es la situación en Israel». Vance también ha expresado abiertamente que Estados Unidos no se involucraría directamente en un conflicto entre Israel e Irán. Vance, empresario de 39 años y ex Marine, es consciente de que su gran aliado en la región busca la victoria total contra sus enemigos y le envió un consejo. «La parte más importante de la doctrina Trump en política exterior es que no se comprometen tropas estadounidenses a menos que sea realmente necesario, pero cuando lo hace, golpea y golpea fuerte (…) Si vas a golpear a Irán, hay que darle duro». El propio Trump dijo tras la primera operación oficial del ejército de Israel en la república islámica que «la respuesta debió haber sido: atacar primero el material nuclear y preocuparse por el resto después». Esta opción no contaba con el visto bueno de Joe Biden y los israelíes la evitaron a la espera de las elecciones en Estados Unidos. Con el regreso de su amigo Trump, Netanyahu se siente mucho más fuerte si cabe para alcanzar la victoria total.