Mientras ultiman los últimos detalles de las obras en el nuevo paseo comercial del puerto, los 57 puesteros aguardan por el regreso a sus puestos de trabajo. Desde la secretaría de Desarrollo Económico de la municipalidad de Corrientes, aseguraron a El Litoral que todos los trabajadores que actualmente desarrollan la actividad por Pomar al 800 regresarán al sitio ubicado por avenida Costanera con sus locales comerciales.
Pasó un año y dos meses desde que comenzaron las obras para construir el nuevo paseo comercial del puerto, para fines de noviembre del 2022 los puesteros ya habían abandonado el lugar y comenzaron a trabajar en una carpa de 300 metros por Pomar al 800, donde actualmente se encuentran a la espera de una fecha para el regreso.
El secretario de Desarrollo Económico de la municipalidad de Corrientes, Francisco Ingaramo aseguró a El Litoral que: “se están ultimando los detalles de la obra para que puedan ser trasladados. Todos los que estaban vuelven”.
Antes de retirarse de la zona costera los comerciantes habían firmado una documentación que aseguraba a los puesteros el regreso al puerto una vez que se terminen las obras de remodelación de la costanera y el municipio ratificó este compromiso.
El Litoral consultó a los puesteros sobre las expectativas de volver al sitio costero para desarrollar la actividad después de un año, y uno de ellos, Alberto, expresó que: “estamos expectantes, esperando a que el municipio nos avise cuando terminan las obras para volver, pero cada vez falta menos”.
El nuevo edificio de dos pisos ubicado en la zona costera se encuentra en su etapa final, por lo que se presume que en las próximas semanas los comerciantes podrían regresar a las renovadas instalaciones.
La obra está valuada en 200 millones de pesos a cargo de una empresa de la vecina provincia del Chaco, cuenta con modernos diseños, nuevas oficinas, locales gastronómicos y la reubicación de los puesteros.
El proyecto del centro comercial consta de locales polirrubros. La planta baja está destinada a los puestos de los vendedores del puerto y en la planta alta se distribuirán las oficinas comerciales con salidas independientes. Los trabajos se complementarán con las tareas de Ñanderecó que viene llevando adelante por la provincia en toda la costa capitalina.