La cadena francesa de supermercados Alcampo anunció 2.389 despidos sobre los 54.000 puestos de trabajo que tiene en su compañía. De esta manera, van a cerrar una docena de establecimientos, entre ellos un supermercado y tres hipermercados debido a la falta de rentabilidad.
Según recogió Euronews, una clienta de la cadena reveló que “a menudo hay estanterías vacías” en uno de los pioneros de los hipermercados de grandes superficies que se ubican en las afueras de las ciudades.
En su plan de modernización, Alcampo prevé reducir su superficie de venta en aproximadamente un 25 % en el caso de los hipermercados, que ya no superarán los 10.000 metros cuadrados. La empresa pretende centrarse en locales más pequeños, autoservicios y en la entrega a domicilio de productos frescos: una «operación de reconquista», en palabras de la dirección de Alcampo.
Por su parte, el fabricante alemán de maquinaria y recambios para automóviles Schaeffler AG planea suprimir 4.700 puestos de trabajo en Europa, lo que demuestra la lucha de Volkswagen y otros grandes fabricantes europeos de automóviles. Las empresas de la cadena de suministro también están sufriendo las consecuencias.
La compañía describió los recortes de empleo como medidas estructurales contra «la menor producción de automóviles en Europa y la debilidad actual en varios sectores industriales».
Las medidas estructurales, destinadas a «garantizar el aumento a largo plazo de la competitividad de la empresa», incluyen la consolidación de la producción y el ajuste de las capacidades, lo que llevará al traslado y cierre de dos de sus fábricas fuera de Alemania.
Estas medidas se anunciarán a finales de año. Los recortes de plantilla se producirán principalmente en Alemania, donde se perderán unos 2.800 puestos de trabajo en 10 centros. No obstante, también se verán afectados otros cinco centros en Europa.