La Fundación Ciudades Sin Miedo, en alianza con pequeños y medianos productores agropecuarios y cooperativas de todo el país, inauguró este viernes, en la zona suroeste de Rosario, la planta de una empresa pública de alimentos, donde se clasificará, molerá, fraccionará y envasará alimentos de calidad que podrán llegar a las mesas directamente desde el campo, con precios más accesibles.
En concreto, los pequeños y medianos productores entregarán su producción a esta empresa pública, cuya planta está ubicada en calle 2109 al 3486. Los alimentos que allí se procesen se distribuirán a los vecinos de ciudades como Rosario, Santa Fe, Reconquista y Venado Tuerto a precios considerablemente más económicos, dado que se eliminan los intermediarios.
En diálogo con Conclusión, el presidente de la Fundación Ciudades Sin Miedo y concejal de Rosario, Juan Monteverde, detalló: “Es un proyecto que venimos diseñando hace tiempo. Es dar una respuesta diferente a un viejo problema de la Argentina. Somos un país especialista en producir alimentos, tenemos la mayor cantidad de tierras cultivables por habitantes, pero un millón de chicos se van a dormir sin comer”.
“A su vez –continuó– cuando los que podemos comer vamos al supermercado, en lo que más gastamos es en alimentos. Esa contradicción es un sinsentido que solo se explica por un fracaso de la política”.
Monteverde destacó, además, que esta empresa de alimentos tiene carácter público, pero no estatal: “Es una alianza entre productores del campo y consumidores de la ciudad. Logramos bajar un 40% los costos de los alimentos comparado con segundas o terceras marcas”.
Sobre la concreción de esta planta, el concejal destalló: “Hablamos con todos los gobiernos. Logramos que Nación ponga las máquinas que están acá, que el municipio aporte el lugar, aunque hoy no lo hace, pero nunca logramos que la provincia compre alimentos”.
Además, apuntó que hay una “alianza estratégica” entre Ciudades Sin Miedo y la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe) y adelantó: “Estamos lanzando el primer producto, que es la canasta cooperativa. La trabajamos comercialmente con los sindicatos, unimos a los productores del campo que están mal pagos, y a los trabajadores de la ciudad que tiene bajos salarios, para que puedan gastar menos en algo básico como alimentos”.
En síntesis, la empresa pública tiene dos objetivos: uno es que todos los argentinos accedan a alimentos básicos, y el otro tiene que ver con aliviar los salarios de los trabajadores, para que los mismos se mantengan en la clase media y no caigan en la pobreza. Además, el proyecto se piensa en dos dimensiones: a la brevedad busca bajar el precio de los alimentos, mientras que a largo plazo intenta cambiar el modelo productivo.
“Tenemos una cadena muy injusta, los consumidores pagamos caro y los productores no ganan bien. Necesitamos que el campo produzca para nuestra gente, que agregue valor, genere empleo, que las personas se queden a vivir en sus pueblos y no tengan que venir a las grandes ciudades en busca de trabajo”, cerró Monteverde.
Por su parte, el productor agropecuario Pedro Peretti habló con Conclusión y, tras celebrar la creación de esta empresa pública, destacó: “Se puede producir, fraccionar y comercializar alimentos muchísimo más barato sin la distribución de grandes monopolios y supermercados”.
Y concluyó: “Si no hay políticas públicas que regulen y controlen, no hay alimentos baratos y hay hambre en Argentina. Para que haya hambre cero, tiene que haber una fuerte presencia del Estado, porque el problema no es de producción de alimentos, sino de distribución de la riqueza”.
