Por Daniel Caran
La definición concreta de Carlos Vignolo por ‘el borrador de la reforma’ obliga a todos a delinear estrategias distintas a las planteadas hasta hoy. Se apuran los tiempos, y en política el que se duerme…
Ya está. En la semana que pasó se transparentó la idea del Gobierno, y más allá de las especulaciones hechas por uno y otro sector, ahora se deberá trabajar con éste escenario, lo que implica agilizar posicionamientos que parecían no urgentes.
En ese contexto, con la obviedad de manejar los tiempos a partir de la toma de decisiones, el oficialismo provincial reunirá mañana a la tropa para saber quién está y quiénes no. Razonable, y concreto. Se acabarán este lunes entonces esas especulaciones políticas puertas adentro de Eco.
“Claramente para avanzar en una reforma se necesita de Eco, pero también de la oposición razón por la cual no es posible pensar en ello si no hay un gran consenso político”, manifestó el propio Vignolo en recientes declaraciones a la prensa.
Ahora bien: está más que claro que el desafío mayor está en la oposición.
A decir verdad, ni siquiera se puede identificar claramente (por eso de las internas irresueltas) si al hablar de oposición nos referimos al PJ, al FPV, o a ambos juntos.
Es por eso que los apurados deberían ser los ‘compañeros peronistas’, habida cuenta que no les queda mucho margen para definir el posicionamiento.
Las bases ya expresaron desde hace tiempo su profundo rechazo, y esa postura es compartida por el FPV ampliado, lo que bien podría leerse en la intención política de Camau Espínola.
¿Y el ala dura del peronismo? (léase el sector afín a Fabián Ríos y otros)… ¿tienen un acuerdo implícito con Colombi para avalar la reforma?... ¿En lo práctico les queda otro camino al Intendente de Capital y otros para enfrentarse sin tapujos al gobierno resignando cualquier atisbo de tranquilidad institucional?.
Está claro entonces que se vienen tiempos de definiciones. Son obligatorias. El peronismo deberá expedirse cuanto antes, para no empezar a construir otro fracaso… a no dormirse.
