Por Daniel Caran
¿Se puede desviar al menos por unos segundos la mirada, dejando de lado las discusiones políticas para plantear en el debate algunos de los problemas reales y duros que hoy golpean a la sociedad?
Cuesta, pero se puede.
En estas líneas en más de una oportunidad se insistió en la necesidad de no tapar las cosas que preocupan a la gente con el facilismo mediático de la pelea política y aunque por éstos tiempos todo lleva a ocuparnos de esos pormenores (en pleno año electoral) hay cuestiones gravísimas que merecen un tratamiento más serio y comprometido.
En Bella Vista, la empresa de Alpargatas ya informó a 230 operarios que desde el lunes tendrán sus “vacaciones forzadas”.
La situación, planteada crudamente por Roberto Vandecabeye, referente de la Asociación de Obreros Textiles, impone la obvia preocupación por la posibilidad latente de despidos.
“Los depósitos en Bs As están llenos de stock pero no se puede producir. Y la primera medida es esta”, advirtió el sindicalista.
Las importaciones, casi obscena debilidad del gobierno macrista, parece atentar directamente con la alicaída industria nacional.
Y no solo con la industria textil se ensaña dicha comercialización: acosada por el presente, la última fábrica de llantas del país cerró sus puertas definitivamente en Rosario.
Se trata de Mefro Wheels, la firma de origen alemán que mantenía una planta llegó a un acuerdo con los 170 trabajadores: recibirán una indemnización que ni siquiera alcanza el total de lo que marca la ley.
¿Es lo que se viene?
“La industria textil está muy devaluada y por eso no veo salida”, agregó Vandecabeye.
“Diálogo hay pero no hay resoluciones favorables porque con el diálogo no van a dar de comer a los trabajadores. El panorama no es alentador”, agregó.
Panorama sombrío de una realidad que duele. Por eso: que no todo quede tapado por la temporal pelea.