Por Daniel Caran
El rol del mensajero puede a veces tomar carriles protagónicos en toda situación, y a veces el solo hecho de ser el emisor del mensaje impone ganar protagonismo, y a la vez abortar otras intencionalidades.
“Se está avanzando con un borrador de la reforma constitucional”, precisó Carlos Vignolo, y su sinceridad política puede leerse de varias maneras.
Para empezar, sonaría hasta ilógico que las pretensiones de Vignolo vayan a chocar contra los de su jefe político, Ricardo Colombi, el mentor, sostén, y principal beneficiado en la pretendida reforma.
Pero, en política todo es posible. Y a veces los objetivos personales (respetables) terminan chocando contra los del grupo al que uno pertenece.
Puede que algunos estén hartos de esperar su turno. Y hablar de reforma con re-reelección puede ser un boomerang peligroso para las aspiraciones del mercedeño.
“Ya se está trabajando en un documento relacionado con la reforma. Incluso hay borradores ya realizados. Es un camino que vamos a intentar recorrerlo, de haber consenso político. Será un proceso transparente, de cara a la gente, con claridad. La idea es que tome estado público con el consenso necesario, y sino esperaremos otra oportunidad”, dijo el funcionario provincial.
“Ya hay un borrador bastante trabajado”, insistió.
Horas después, un reconocido socio del Gobierno daba su primer veredicto: “si el componente de una reforma es solo la reelección no creo que haya acompañamiento”, sostuvo Enrique Zuleta Puceiro.
Las cartas están echadas. Habrá que ver el papel del mensajero… no sea que haya elegido el momento menos oportuno… O el más oportuno para él…