Por Daniel Caran
El padre Goyo Valenzuela, de la parroquia San Juan Bautista, confirmó en las últimas horas que por decisión de las autoridades de la Iglesia deberá trasladarse a Bella Vista.
Así, después de 12 años, el popular cura deja uno de los lugares emblemáticos en Corrientes en la lucha contra la inseguridad, y seguramente su partida –más allá de los argumentos formales- marcará a fuego la vida religiosa misma.
Desde hace unos años, la iglesia San Juan Bautista se convirtió en un lugar de referencia para la juventud. La presencia de estudiantes cada domingo en las misas sorprendió a propios y extraños, y hasta motivó estudios puntuales de la misma Iglesia sobre el papel del padre Goyo y su influencia en la sociedad misma.
Por casualidad, o causalidad, a una cuadra de la parroquia, hace un año y medio, ocurrió uno de los crímenes que más conmovió a la sociedad correntina: el de Maxi Aquino, el estudiante sanroqueño asesinado a la salida de una peña.
Maxi, asiduo concurrente a la parroquia, terminó siendo una nueva herramienta de compromiso para el extrovertido cura que movió cielo y tierra para pedir por Justicia, golpeando incluso puertas del poder mismo, logrando movilizar a todo el vecindario (y otros) que poco supo de vergüenzas o prudentes silencios.
Goyo sacó la gente a la calle, criticó en sus homilías, reunió a la gente con autoridades en el mismísimo salón del templo, pidió y logró el compromiso de todos…
¿Cuál es el resultado?... lo trasladan a otro lado…
“Es el destino decidido por Dios. Me va a costar, pero debo aceptarlo”, dijo ante su gente hace algunas horas al cerrar la misa dominical. El silencio y la sorpresa inundaron a todos los presentes, muchos menos que los habituales ya que la mayoría de los estudiantes (sus más fervientes seguidores) están de vacaciones.
Puede que, tal como lo explicó el propio protagonista, todo forme parte de un estructurado trámite eclesiástico. Puede que 12 años al frente de una misma capilla sea mucho en el objetivo primordial de consolidar la fe por encima de los nombres y los hombres.
Lo cierto es que trasladan a un tipo comprometido. Por no decir lo separan… y es extraño.