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Opinión del Director

Golpeando las puertas

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Crédito: 22784
Daniel Caran

Por Daniel Caran

¿Existe mayor grado de indignidad que el quedarse sin trabajo?

 

¿Una sociedad puede medir la gravedad de sus problemas sin tener en cuenta ésta real amenaza?

 

¿Vale seguir hablando de problemas políticos, internas y otros menesteres cuando la crisis económica podría originar despidos masivos?

 

En Corrientes la advertencia empieza a convertirse en un drama latente, y esto no debería ser minimizado por la clase dirigente.

 

“Creo que si esto sigue así va a empezar a peligrar la fuente de trabajo, no tengo la menor duda porque es impresionante la carga tributaria que tenemos, que es del 57 por ciento, más aumentos, generalizando el contexto no es muy bueno”, dijo Enrique Collantes, referente de APICC, al analizar los números dados a conocer por la CAME  a nivel nacional, los cuáles expresan una notable caída en las ventas de los comercios minoristas.

 

Y lo que es peor: para el empresario correntino, esos números se agravan a nivel local.

 

La historia entonces pasa a tener otros protagonistas. Tétricos.

 

La posibilidad firme de la pérdida de trabajo implica un crecimiento absoluto de la pobreza, de la desilusión, y la realidad material convive con el desánimo moral que puede tener gravísimas consecuencias.

 

Medir ésta situación en relación con lo que sucedió en el pasado sería ‘meter el dedo en la llaga’, porque la sola comparación política implica reacciones desmedidas de uno y otro bando.

 

Por eso los objetivos deben ser otros. En virtud de una posibilidad cierta, vale instrumentar herramientas que permitan al menos pelear ante la crisis. Claro que, el escenario de una provincia empobrecida y que solo vive del empleo público, nos plantea un desafío titánico. No se puede apagar el fuego con nafta, pero las divisiones políticas suelen encontrar respuestas frágiles con actitudes mezquinas y equivocadas.

 

“La realidad es preocupante porque de acá a marzo del año que viene el sacrificio que venimos  haciendo para mantener el empleo es mucho. No hay que descartar que empiecen a despedir gente”, analizó Collantes, y un frío interior nos empieza a correr por todo el cuerpo.

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