Por Daniel Caran
La comparación se hizo conocida en los ambientes futboleros. Habla de los ‘duros’ y ‘blandos’, metidos en un conflicto interno a veces imperceptible en lo cotidiano, pero con derivaciones que al final pueden resultar graves para los objetivos propuestos.
Suele darse en todos los grupos, al fin y al cabo.
Es como decirlos blandos y duros. O rebeldes y obsecuentes.
De todas maneras pueden ser calificados, pero la denominación de los pájaros suena más definida y gráfica: los halcones son en extremo fanáticos y van por todo sin medir consecuencias. Las palomas buscan el diálogo, pero a la vez muestran fragilidad y pueden terminar por hacer fracasar cualquier objetivo.
Dentro del Gobierno Provincial cada vez es más evidente ésta separación. Y si bien los menesteres del peronismo parecen acaparar los títulos periodísticos, ésta pelea interna empieza a tomar calor a partir de indefiniciones de un bando, y de cuestiones prácticamente decididas del otro.
La re re de Ricardo Colombi, único y real objetivo del pretendido plan reforma, puso a los halcones del lado del mercedeño, con dureza y firmeza. Están convencidos que no hay otra salida que volver a insistir con él como mascarón de proa.
Las palomas están enfrente. Por casualidad o causalidad muchos de ellos se habían animado a hablar de intenciones de sucederlo, y hoy –internamente- son observados por casi traidores.
¿Nombres?. Todos saben donde están unos y otros.
Las principales referencias de las peleas internas se dan en las redes sociales, con mensajes por ahora subliminales, y con ‘sugerencias’ casi repetidas a medios amigos.
Empezaran a volar. Habrá más datos para reconocerlos