Por Daniel Caran
Marzo, abril, ya llega mayo… después de las elecciones municipales… cuando viene Macri… en el acto de lanzamiento de Tassano-Lanari…
La incógnita por quien será el candidato de Eco es, sin dudas, la historia del año.
Para quien esto escribe es una postura equivocada el pretender apuntar solo a la elección de Capital dejando para más adelante la decisión… y hay pruebas y datos.
La sociedad siempre se maneja con hechos concretos: quiere saber cómo, quién, cuando… y a otra cosa.
Llamativamente, como no le ocurrió nunca a Ricardo Colombi, las circunstancias lo superaron, y entre el boomerang del Operativo Sapucay, y las indefiniciones personales, los rivales crecen… y hasta los amigos (amigos?) se enojan.
La indecisión estratégica o la estrategia de no definir pasan entonces a ser una muestra de debilidad absoluta. Se insiste: llamativamente, en el manual político de Colombi.
Tal vez ‘curado de espanto’ por la historia nefasta de su primo Arturo, o tal vez por la idea de evitar el ‘café frío’ hasta el último día.
Y entonces aparecen fantasmas, en la trinchera propia y en el campo enemigo.
Está el caso de su siempre incondicional Gustavo Canteros, que cansado de ser ninguneado hasta se expresó contundentemente a favor de la boleta electrónica. Y dicen, de buena fuente, que tiene aceitado diálogo con Fabián Ríos y Camau para pegar el salto y volver a su lugar de origen político.
Mientras, la sociedad espera.
No es porque sí o sí quiera votar al Gobierno, sino porque es un derecho intocable el poder establecer un análisis al menos exhaustivo de los pasos por dar, porque no se está por elegir quien hace el asado, o quien juega de arquero…
Entre su enojo, las rebeliones internas y la impaciencia de sus socios… Colombi espera… pero no tranquilo.
