Por Daniel Caran
La “cuestión Itatí” lo descolocó del todo. Venía manejando el tema político con cierta confianza, la que le garantiza su reconocida gestión y su capacidad de líder. Pero, en el limbo de la indecisión, apareció la ‘bomba’ mediática que lo involucró directamente.
Y por ahí anda Ricardo Colombi… recorriendo medios amigos para escuchar preguntas que no castiguen y tocar los temas que él mismo elige.
No sería grave en lo político si detrás de esto no estaría la decisión más importante que deba tomar como referente principal de la fuerza gobernante, pero de él depende –porque lo quiso siempre así- el nombre de quien pretenderá sucederlo.
Y si bien tiró algunas pistas (“varón… radical y de Eco-Cambiemos”, dijo) la incertidumbre empieza a tornarse preocupación, sobre todo en su entorno.
Colombi es el definidor, y por lo tanto deberá ‘bendecir’ al candidato de Eco…
¿Hasta dónde esa ‘bendición’ le beneficiará a “el” elegido?...
Observado por la cuestión Itatí, y sin el aval absoluto de Macri, los posibles candidatos entran en la confusión absoluta de un tiempo complicado: se acercan las fechas, aún no hay nombres concretos y el problema instalado de narcotráfico parece explotar en el lugar menos pensado.
Tanta es la desorientación del mercedeño, que después de 16 años (como lo dijimos días atrás) se pone a la defensiva: “siempre apuntan contra mí porque atacando al gobernador creen que todo hacia abajo está contaminado, pero se equivocan porque esto repercute en contra”.
Y mientras Colombi deambula entre sus dudas, otros empiezan a reunirse… son los primeros heridos de su ninguneo… pero esto, da para otra historia