Por Daniel Caran
Duele, molesta.
La actitud de contratar a equipos de afuera para hacer campaña en Corrientes se presenta como una burla casi indignante para quienes trabajamos (y muy bien) por estos lares. Y no pasa por celos, o por pretensiones personales, sino que es una muestra cabal de una postura hipócrita de decir defender una cosa y apostar exactamente por lo contrario.
Es que algunos que pugnan por llegar a la Gobernación de Corrientes dicen que quieren lo mejor para su gente, pero comienzan mal eligiendo a foráneos para actividades que acá se cumple muy bien, con profesionales idóneos y respetables.
Algunos empiezan la campaña y contratan a periodistas de otras provincias; y ponen al frente de sus equipos de prensa a periodistas procesados y que estuvieron presos… y todo eso no les impide llamar bastante seguido para pedir favores.
En ese esquema perverso (desde lo ético) invierten más en medios de otras provincias que en los locales, y hacen publicidad en otras provincias, con gigantescos afiches que observan otros que ni siquiera los va a votar.
Además, sin menosprecias ni restándole importancia a las herramientas actuales de comunicación, basan su mensaje en las redes sociales, ignorando que muchos correntinos no saben lo que es tener energía eléctrica, o agua, en sus hogares.
¿Así quieren ganar?... Se les va a hacer complicado.
Más aún cuando son reacios a escuchar sugerencias, o atender desinteresados aportes.
Es verdad que cada uno es responsable de sus actos, pero también artífice de su propio destino.