Por Daniel Caran
En 2009 Eduardo Tassano tropezó sorpresivamente en su primera intención de convertirse en Intendente de Capital. Tuvo “el lastre” de Arturo Colombi, y ese peso terminó por hacer fracasar su intento, más allá de la excelente imagen que tenía por aquel entonces.
Rápidamente, ágil e inteligente, el médico cardiólogo se acercó al ricardismo y desde allí siguió construyendo su carrera política. Mal no le fue: primero alto funcionario de Salud Pública, después concejal y luego diputado provincial, cargo que sigue ocupando.
Su indiscutida buena aceptación popular lo ubicó siempre en lugares expectantes, y desde hace rato ya había expresado su voluntad: ir de nuevo por la principal comuna correntina.
Con indudable apoyo interno en el radicalismo, Tassano ya formalizó su candidatura, pero en el medio aparecen comentarios y versiones que hasta habrían molestado al dirigente de Regatas: ¿Colombi arregló políticamente con Ríos para que el peronista siga siendo el jefe comunal?. Es lo que muchos dicen…
Y si es así… ¿Qué papel le queda a Tassano?
Desde el entorno del médico no niegan alguna dosis de veracidad a dicha versión. Es más: Tassano se habría enojado y mucho al tener esa información, que por supuesto (por obviedad) nunca fue ni será confirmada.
Claro que lo más grave de todo esto, y es lo que enoja al actual legislador, es “el manoseo” de su buen nombre.
Son pocos (muy pocos, casi nadie) los políticos que resisten a dos fracasos electorales.
Y en ese tren de ‘fracasos’ es donde puede inscribirse el eventual ‘acuerdo’ entre Ricardo y Fabián.
Los dos mencionados tienen un enemigo en común, que aunque pueden negarlo (y lo hacen) es “la piedra en el zapato”: Camau Espínola.
Si Colombi “arregla calchas” con Ríos, éste último se consolida en Capital y deja desahuciado a Espínola, que sin estructura puede llegar a tener “otro fracaso”.
La ecuación es simple: dos fracasos de Camau… afuera.
Tassano, sin margen de error, sería en este esquema el ‘convidado de piedra’ que debería tragarse otra eventual derrota en el principal distrito provincial, echando por tierra su carrera política.
¿Puede ser real ésta hipótesis?
La idea de que “en política todo es posible” vuelve a darse en éste caso. Y a sabiendas de las costumbres del mercedeño, no se pondrá colorado si le vuelve a fallar a alguien…