Por Daniel Caran
La intervención de la Federación de Básquet de la provincia de Corrientes esconde una clara intencionalidad política.
Con la campaña a pleno, y casi sin medir consecuencias, el Gobierno de Colombi avaló la decisión de entrometerse en el básquet, en una operación que cuenta con un factor principal: Eduardo Tassano.
La jugada, que en el nivel informativo parece de menor importancia, busca posicionar al colombismo en la mayor parte de lugares posibles, a fin de garantizar un apoyo al sistema político que se viene.
Los nombrados integrantes de la Comisión Normalizadora (José Miguel Perez González; Marcelo Fabián Quagliozzi y Fernando Vallejos) son dirigentes con reconocido acercamiento a Colombi.
Es que la política de favores puesta en marcha por el mercedeño (con la construcción de nuevas canchas) terminó por captar a los mencionados que hoy actúan como referentes políticos desde adentro.
Y surgen otros datos: del otro lado de la pelea, afín a la conducción removida (encabezada por el curuzucuateño Juan Ordenavía) está el reconocido basquetbolista goyano Federico Kammerichs, quien es cercano al profe Gerardo Bassi en la segunda ciudad provincial.
Todo cuaja entonces para establecer la lucha.
El tema es que la cuestión deportiva no pasará a ser un dato menor, ya que no descartan sanciones de la CABB (ente nacional que rige el básquet) lo que podría determinar hasta la desafiliación de Corrientes como Federación.
Ordenavía, el destituido Presidente del ente provincial, es mano derecha de Federico Susbielles, Presidente de la CABB. Además, el curuzuateño es Tesorero de la entidad rectora del básquet nacional.
¿Más?... algunos de los dirigentes que desde hoy conducen la Federación están sospechados por algunos desmanejos con fondos que la Provincia “aportó” para sus clubes en recientes torneos, lo que podría derivar en una guerra de denuncias con final impredecible.
La guerra está planteada… en todos los niveles.