Por Daniel Caran
Si bien la suerte, o las circunstancias, parecen haber sido una constante en la vida política de Ricardo Colombi, en los últimos años algunos hechos puntuales se manifiestan como esquivos para su historia política personal.
Hay razonamientos que bien pueden cuestionarse dentro de la pelea política. Y pueden ser aceptables desde esa óptica.
Incuestionable suelen ser los pasos institucionales que no tienen más que el sentido común, aún hasta en los más mínimos detalles.
Y el que escupe para arriba…
La Comisión de Acuerdos del Senado avaló este jueves en una audiencia pública las candidaturas de los letrados aspirantes a cubrir cargos en el Poder Judicial y Ministerio Público Fiscal de las provincias de Chubut, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Salta, Neuquén, Corrientes y Santa Fe. Pero hubo un nombre que quedó en el limbo… esperando…
Se trata de Gustavo del Corazón de Jesús Fresneda, juez del Juzgado Federal de Primera Instancia de Paso de los Libres.
Éste es ‘EL’ nombre propio de Colombi: el hombre que buscaba para tener la cobija necesaria cuando deba responder –el mercedeño- a múltiples y comprobables casos no muy claros de su extensa gestión.
La candidatura de Fresneda, como la de otros tres aspirantes, quedaron en suspenso porque tenían impugnaciones.
Todo, sin dudas, tiene su explicación política.
Hasta ahora –solo hasta ahora- Colombi aceptó a regañadientes los muchos ninguneos del macrismo, esperando casi con poca paciencia que se cumpla lo prometido… o lo que él esperada.
El ‘efecto Fresneda’ no será algo fácil de digerir para el mandamás correntino. Sin paragua protector sabe (y perfectamente) que muchas cosas saldrán a luz cuando el calor del poder quede lejano.
Otro obstáculo inesperado… tal vez aún no entendió que los tiempos cambiaron.