Por Daniel Caran
“La idea es una cláusula que permita un mandato de dos años, pero hay algunos socios de Eco que hablan de una elección que permita prolongar los mandatos por seis años”, dijo Carlos Vignolo, y en sus palabras quedaron perfectamente definidos los objetivos del oficialismo gobernante. Van por todo.
La idea tiene asidero en las estrategias que ya se empezaron a dar en las cuáles buscan sumar a intendentes y legisladores del PJ para que el Gobernador y los jefes comunales que se elijan lo sean por seis años.
El plazo de dos años, con la elección en el medio, no es más que la ‘zanahoria’ delante del conejo. Es el paso.
Otro pilar estratégico, que comienza a tomar forma de manera exitosa sospechosamente rápido, es movilizar las divisiones internas del PJ.
Todo tiene como finalidad disminuir lo máximo posible las posibilidades de Camau Espínola, y aunque este tiene su principal valor político en los Intendentes (Bassi, Giraud, Cemborain, Sananez, Domínguez, y otros) todos saben (sabemos) cómo son las operetas de la Rosada local para avanzar sobre sus ‘pensamientos’: obras públicas, lanzamientos rimbombantes, etc.
Y más allá de la insospechada coherencia política de algunos de los protagonistas, la realidad bien los puede ‘reubicar’ en el concepto ideológico, ya que están atravesando tiempos complejos en sus gestiones, donde los anuncios distan de ser al menos parecidos a los que se daban en tiempos fáciles del kirchnerismo.
En las principales ciudades del interior que están conducidas por intendentes peronistas, la gente empieza a asumir críticas fuertes que podrían hacer mellar las administraciones. Y para terminar con eso hay una sola e irremediable salida: los ‘regalitos’ del ‘amigo’ Colombi.
Pero en algo sí coinciden los peronistas hoy ubicados en puntos opuestos: el no a Ricardo Colombi. Y aunque vengan los regalos temporales, saben que el tiempo se le acaba.
Por eso Gerardo Bassi ratificaría en las próximas horas, más allá de las ausencias anunciadas de Ríos, Galantini y otros.
Es que la idea de Bassi (de Camau) pasa por mostrar poderío interno, mostrar las uñas.
Y puede que la decisión de ese cónclave (aunque no sea formal) tenga directa injerencia en las intenciones de los reformistas. Lo dijeron y admitieron: no pueden avanzar sin el PJ.
La obviedad marca la lógica: van por todo, y hay que pararlos.