Por Martín Siracusa
La cultura financiera es una deuda pendiente para los argentinos. La falta de una visión positiva sobre las finanzas lleva a muchos ciudadanos a incurrir en malas decisiones personales. Esta situación se refleja en una creciente deuda no bancaria de las familias, su impacto en los hogares y la economía en general.
En Argentina la sombra del endeudamiento no bancario se cierne cada vez más sobre los hogares. Según los últimos informes, 8 de cada 10 hogares en el país están lidiando con algún tipo de deuda no bancaria, una cifra que pone de manifiesto la creciente crisis financiera que enfrenta la nación.
Este tipo de deuda, que incluye préstamos de entidades no financieras, tarjetas de crédito de tiendas, préstamos de día de pago y otros tipos de crédito al consumo, ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. A medida que los argentinos luchan por mantenerse a flote en medio de la inflación y la incertidumbre económica, muchos se han visto obligados a recurrir a estas formas de crédito para cubrir sus necesidades básicas.
En el transcurso de esta nota, explicaremos la magnitud de las deudas no bancarias en Argentina, analizando el monto promedio de la deuda y las formas específicas que adopta. También examinaremos las implicaciones de esta creciente crisis de deuda para los hogares y la economía en general, y buscaremos entender las medidas que se están tomando para abordar este problema.
Los últimos informes de “Focus Market” muestran que 8 de cada 10 hogares en nuestro país tienen responsabilidades no cubiertas por fuera del sistema financiero. Considerando que ese dato significa que 8.126.725 hogares están incluidos podríamos pensar que más de 3 (tres) Ciudades de Buenos Aires enteras representan esta contundente cifra.
Ahora bien, si vamos más a fondo analizando las cifras de las últimas imágenes de la economía familiar que afecta a todos los argentinos y sumamos la deuda no bancaria de cada hogar llegaremos a sumar 1,57 billones de pesos. O lo equivalente a la exorbitante cifra de 16.000.000 de salarios mínimos. De esos montos, podemos sacar algunos promedios. Por ejemplo, los préstamos personales y las compras “fiadas” (por hogar) alcanzan promedios de 320.000 y 274.000 pesos respectivamente, más de tres salarios mínimos.
Estas dos clases de deudas no bancarias (préstamos personales y compras “fiadas”) representan la mitad del total. La otra mitad abarca las deudas con el fisco, el no pago de servicios como el agua y la electricidad o el abandono de pago en servicios educativos. Además, otra clase de deudas que afectan a los hogares están vinculadas con los renombrados “planes de ahorro” para la adquisición de automóviles sobre los que los hogares promedios deben 167.000 pesos argentinos.
Por último, las deudas que sí son bancarias alcanzan 1 billón y medio de pesos. Es decir, que en total, las deudas llegan a los 3 billones de pesos, que equivalen a un 4% de la deuda externa argentina.
La dimensión de estas deudas hogareñas muestra la importancia de trabajar fuertemente en la cultura financiera para generar conciencia al respecto de la toma de decisiones. Por un lado, la importancia de incluir financieramente a las personas que no acceden a los bancos tradicionales, ya que los costos por fuera del sistema bancario son mayores. Y por el otro, la necesidad de generar una educación financiera para proveerle herramientas de análisis a la población, empezando en las escuelas, a temprana edad.