Dos mujeres y un hombre están mencionados como parte de una presunta red que coloca moneda “trucha” en el circuito legal. Una de las delincuentes habría cometido más de diez compras en kioscos, verdulerías, almacenes, casas de comidas y una tienda de ropas.
Numerosos comerciantes de la capital provincial fueron víctimas de estafas con el pago de billetes falsos, en su mayoría de mil pesos y en menor medida de quinientos pesos.
Los autores de los delitos sucedidos a lo largo de las últimas semanas serían un hombre y dos mujeres. Una de ellas está mencionada en al menos diez casos registrados en kioscos, almacenes, verdulerías, pollería, casas de comidas e incluso una tienda de ropas. A raíz de los hechos la Policía actuaría de oficio, puesto que las personas damnificadas no radicaron “denuncias formales” en alguna sede de seguridad.
Tres de los ilícitos sucedieron en el barrio Mercedita Collantes y ganaron trascendencia pública a partir del relato de una mujer que cuenta con un negocio.
“Estemos atentos todos los que tenemos algún negocio de cualquier tipo… Nos tocó pasar por algo lamentable. Un vecino que tiene kiosco nos alertó que le pagaron con billetes falsos de mil pesos; otra vecina comentó que le pasó lo mismo y lamentablemente a nosotros también.
Era una chica rubia con barbijo negro y dibujo, estaba acompañada de un chico. No eran del barrio lo que quiere decir que andan recorriendo diferentes lugares comprando cualquier cosita para llevarse el cambio o mercadería, pagando con esos billetes truchos”, dijo Lucía en las redes sociales.
Conocida la noticia desde otros barrios hubo gente que coincidió en describir a tal “mujer rubia” como la principal responsable de una seguidilla de estafas. Sus cómplices serían un hombre de tez morocha, quien la espera en una moto (o a veces en auto), y una joven.
“Una señora rubia con barbijo vino a comprar a la verdulería de mi mamá. Llevó casi doscientos pesos en verduras y mi mamá no controló bien el billete”, expresó la hija de la comerciante del barrio Independencia.
Por otra parte, una mujer llamada Lorena del barrio Esperanza también expuso su mala experiencia. “Tengo un kiosco y le atendió mi hijo. Agarré el billete y lo noté raro (sic) pero como no sé muy bien diferenciar cometí el error de dar el vuelto”.
En este caso también la autora fue la misteriosa mujer de pelo rubio, acompañada de una chica. Ambas circulaban en una motocicleta 110 negra.
Más testimonios de dueños de comercios engañados surgieron desde los barrios 17 de Agosto, Molina Punta, Piragine Niveyro y Quilmes. Autoridades de la institución de seguridad afirmaron que ante la trascendencia de las denuncias públicas comenzarían a indagar en procura de dar con los sospechosos.
