Tras el crimen de Valentino Blas Correa, quien fue baleado en la espalda por efectivos policiales, el gobierno de Córdoba relevó a la cúpula de la fuerza de seguridad de la capital provincial.
A través de la red Twitter, el Gobierno informó el relevamiento del director general de Seguridad Capital, comisario mayor Gustavo Piva, y en su reemplazo se designó a la comisaria mayor Liliana Rita Zárate.
En tanto, también dejaron relevados los subdirectores Rubén Turri y Gonzalo Cumplido, que estaban a cargo de las zonas norte y sur de la capital, respectivamente. "La renovación de la fuerza será integral", aseguró el ministro de Seguridad de la provincia, Alfonso Mosquera.
La muerte de Valentino involucra a seis efectivos policiales, dos de los cuales están detenidos e imputados por el delito de ‘homicidio calificado agravado por el uso de arma de fuego’, y otros cuatro son investigados por presunto ‘encubrimiento’.
El crimen se ocasionó durante una persecusión cuando el adolescente iba con amigos y compañeros de colegio en un auto. La víctima recibió en la espalda uno de los cuatro disparos que los miembros de la policía provincial hicieron contra el automóvil, en un claro caso de gatillo fácil. Lo agentes fueron acusados, inclusive, de “plantar” un arma y “limpiar” la escena del crimen.
Según relatos de los compañeros de la víctima, la razón por la cual circulaban a alta velocidad por la Avenida Vélez Sarsfield fue “por temor”, debido a que minutos antes habían sufrido un intento de asalto del que habían huido a toda velocidad. En momentos que lo hacían, pasaron por un control policial donde se les requirió la detención y, como no lo hicieron, los policías los persiguieron y luego comenzaron a dispararles.
El conductor del auto, de nombre Mateo, advirtió que su amigo Valentino estaba herido, por lo que aceleró y lo trasladó al Sanatorio privado Aconcagua, pero como no fue atendido decidió seguir hasta el Hospital de Urgencias.
Mientras lo hacía fue interceptado por dos patrulleros con los policías que le habían disparado minutos antes, quienes constataron que Valentino estaba muerto en el asiento del Fiat Argo.
Según el fiscal Alberto Mana, el auto recibió cuatro impactos de bala, una de los cuales ingresó por la luneta trasera e impactó en la espalda de Correa. En tanto, el secretario de la fiscalía, Gabriel Prunotto, informó que los policías habrían efectuado “cuatro o cinco disparos” al durante la persecución, y que “uno dio en la espalda” del adolescente que murió.
Además, el funcionario judicial desmintió la versión del tiroteo, esgrimida en un principio por las fuerzas de seguridad. Para abonar esta versión, cerca del automóvil se encontró un arma que, según indican los testimonios, fue “plantada” por la fuerza de seguridad provincial.
Soledad, la mamá de Valentino, dijo que a su hijo “lo acribillaron” y acusó a la fuerza provincial de intentar encubrir el hecho ya que, según sostuvo, “en dos horas limpiaron toda la zona” en donde se efectuaron los disparos y el lugar donde fue interceptado el auto.
El jefe de la Policía de la provincia, Alejandro Mercado, informó en conferencia de prensa que los dos detenidos son hombres y que hay dos agentes mujeres que también integraban la patrulla involucrada y que fueron separadas de la fuerza de manera preventiva.
El abogado de la familia Correa, Alejandro Pérez Moreno, calificó el hecho como “una acción criminal” y aseguró que todo ocurrió durante una situación que “no ameritaba ningún tipo de riesgo”. “Fue exceso grave por el abuso funcional del arma reglamentaria y por no haber permitido que llegara hasta un centro de salud para salvarle la vida”, definió.
La madre de la víctima cuestionó tanto al personal policial como al judicial, debido a que el hecho ocurrió durante la madrugada y hasta el mediodía no había recibido ninguna comunicación oficial sobre la muerte de su hijo.
“Todos son compañeros del colegio que solo fueron a un bar. No hicieron nada malo. Se asustaron y se fueron. No voy a permitir que ensucien a mi hijo”, aseveró la mujer durante una entrevista televisiva.
El ministro de Seguridad de Córdoba, Alfonso Mosquera, aseguró que su cartera está a “disposición de la Justicia para contribuir al esclarecimiento” del caso y sostuvo que se debe dar una “respuesta clara y contundente” sobre el hecho.