El mandatario correntino, mirado con desconfianza en la UCR por su acercamiento de ayer al Presidente, dijo que le importa “tres carajos” lo que piense el titular nacional del radicalismo
Después de recibir a Javier Milei cuando aterrizó en suelo correntino, el gobernador radical Gustavo Valdés escenificó una amplia sintonía con las medidas del Presidente, se desmarcó de los reclamos de los mandatarios provinciales a la Casa Rosada y profundizó las diferencias en su partido.
“Cuando viene un presidente, yo lo voy a atender... me importa tres carajos lo que piense Martín Lousteau”, bramó hoy el gobernador a un medio local tras el saludo de bienvenida a Milei, con foto incluida. Tal como señaló ayer LA NACION, la visita del libertario a la provincia del norte argentino levantó sospechas en el partido centenario, donde miran de reojo los movimientos de Valdés y especulan con la posibilidad de que “se corte solo”.
La UCR cuenta con cinco referentes provinciales. A diferencia de Alfredo Cornejo (Mendoza) y Valdés, de perfil más conciliador, Maximiliano Pullaro (Santa Fe) adoptó una actitud combativa con la Casa Rosada y fue apuntado por Milei -junto al gobernador cordobés Martín Llaryora, del peronismo no kirchnerista- como uno de los responsables del fracaso del proyecto de “ley de Bases”. Esta disputa con la Nación es compartida por el presidente del partido, referente del sector radical más crítico del Gobierno.
Por eso, el mandatario correntino le respondió a las voces críticas dentro de la UCR y se diferenció de Lousteau, con quien ya protagonizó chispazos públicos y disputó la conducción nacional del partido a principios de año. “Martín Lousteau fue ministro de Cristina Kirchner, él no me va a venir a marcar la cancha dentro del radicalismo”, sentenció Valdés en diálogo con Radio Sudamericana. “Tenemos que darle una oportunidad al Presidente”, sumó.
En relación con los últimos reclamos de los gobernadores a la Casa Rosada, Valdés señaló sobre el encuentro con el Presidente: “No tuvimos una conversación directa sobre las cuentas de la provincia”. No obstante, destacó el rumbo económico adoptado por la Nación y subrayó: “Si no hay equilibrio fiscal es muy difícil que la Argentina pueda salir adelante”.
En la misma línea, el gobernador mencionó que la puja por los recursos tiene que ver con “la vieja disputa de los argentinos, de unitarios y federales”. Y dijo: “El Presidente no reconoce la plata, pero reconoce las responsabilidades de los gobernadores, pero para asumir responsabilidades uno tiene que tener solvencia”. Valdés precisó: “Como correntino, voy a pelear por los recursos de nuestra provincia”.
En paralelo, su par santafecino, quien no tiene diálogo con la administración nacional tras los cortocircuitos por el recorte de transferencias directas, se mostró ayer con los diputados nacionales de su provincia y envió un mensaje claro al gobierno libertario: “Vamos a defender la producción y el trabajo de Santa Fe”.
Mantuvimos una productiva reunión con diputados nacionales que representan a #SantaFe, enfocados en la importancia del diálogo y el consenso. Sabemos que ese es el camino que debemos desandar para que Argentina solucione los problemas que hoy tiene.
Estos movimientos coinciden con la intención de la Casa Rosada de reiniciar el diálogo con los mandatarios provinciales. Cuando faltan poco más de dos semanas para la apertura de sesiones, el Gobierno busca conciliar posiciones con los gobernadores, protagonistas indiscutidos durante la discusión del proyecto de la “ley de Bases”. Guillermo Francos, ministro del Interior, viajó hoy a la provincia de Salta, para reunirse con el gobernador local, Gustavo Sáenz y el de Misiones, Hugo Passalacqua; los peronistas Raúl Jalil (Catamarca) y Osvaldo Jaldo (Tucumán); y con el vicegobernador de Jujuy, el radical Alberto Bernis. La semana que viene, en tanto, lo recibirá el mandatario radical Alfredo Cornejo (Mendoza) en el marco de los festejos por la vendimia. Se sumó a este tour provincial la vicepresidenta, Victoria Villarruel.
CON INFORMACION DE LA NACION
