La Armada del país vecino aseguró que una embarcación argentina escapó de un control en aguas paraguayas, secuestrando a un efectivo de la fuerza. Las contradicciones con la denuncia realizada por los pescadores nacionales y avaladas por el gobernador de Corrientes con tono electoral.
El conflicto entre la Argentina y el Paraguay por la supuesta incursión de la fuerza naval guaraní en territorio argentino sumó un nuevo capítulo luego de que la Armada paraguaya emitiera un parte oficial desmintiendo la versión nacional del hecho.
A través de un comunicado firmado por el Capitán Ariel Benítez Liseras, Director de comunicación social del Comando de la Armada paraguaya, las autoridades del vecino país dieron una versión distinta a la denuncia presentada por los pescadores correntinos y ratificada por el gobernador de la provincia, Gustavo Valdés.
En primer lugar, el documento de la Armada del Paraguay afirmó que el primer contacto con la embarcación argentina se registró a las 13:30 “a la altura del km. 1.446 del vertedero central” del río Paraná, “aguas abajo de la represa de Yacyretá” en “aguas paraguayas”.
Según el parte, se realizaba actividad de pesca “aparentemente en forma irregular”. Al ver al bote paraguayo acercarse, los pescadores argentinos emprendieron “una precipitada fuga”.
El texto mencionó luego que la nave de la Prefectura paraguaya alcanzó la embarcación argentina “a la altura del kilómetro 1.442, denominada «Punta Ñaro», en aguas jurisdiccionales paraguayas”. En rigor, Punta Ñaro está sobre el territorio continental argentino y sus aguas también son jurisdicción nacional.
Allí “se procedió a la inspección de la embarcación mencionada” a través del abordaje realizado por personal de la Prefectura paraguaya. El fin era constatar “el cumplimiento de las normativas exigidas en la legislación paraguaya”.
El documento puntualizó además que los tres pescadores argentinos “se resistieron al control” y volvieron a “darse a la fuga, llevando a bordo al personal de Prefectura hacia la costa argentina”.
“En consecuencia del acto irregular de los ciudadanos argentinos (Prefectura) procedió a seguir a la embarcación con la intención de rescatar al personal. Una vez llegado a la costa, buscó al personal y se retornó a aguas paraguayas”, indicó el parte, reconociendo haber actuado por la fuerza en la costa argentina.
La versión argentina
Lo denunciado por los pescadores correntinos Gastón Alejandro Zeniquel y Oscar Silva en la sede de Prefectura argentina de la localidad de Ituzaingó tiene algunas coincidencias y varias discrepancias con la versión de la fuerza de seguridad guaraní.
En primer lugar, sitúan el incidente directamente en el km. 1.443 del río “margen izquierda del Paraná” (es decir, en aguas argentinas) a la hora 17.30. Al observar la nave de la Prefectura paraguaya, y aunque no creyeron haber transgredido la jurisdicción, para “evitar inconvenientes” se dirigieron hacia la costa argentina.
Allí fueron alcanzados por el bote paraguayo, abordados por personal de Prefectura del Paraguay que “no se identificó en ningún momento” y que “intentó enganchar la embarcación y llevarla a la costa paraguaya”.
En los videos que registraron Zeniquel y Silva, se observa el desenlace del incidente cuando personal de la fuerza guaraní les exige “permiso para navegar en aguas paraguas”. “No tenemos”, le responden. La navegación en el Paraná desde 1856 es libre, lo que ha sido reiterado en varios acuerdos binacionales. Pese a eso el oficial paraguayo les recrimina: “Ustedes vinieron a invadir y se tuvo que proceder”.
Esto implica que la fuerza de seguridad paraguaya actuó en un recurso compartido entre los dos países como si se tratara de un río interior del Paraguay.
Otro video tomado desde la costa muestra también cómo, al inicio del incidente, un oficial paraguayo salta a la embarcación argentina, donde había solamente tres pescadores de civil y no se visualiza a nadie con el uniforme de la Prefectura guaraní retenido. La imagen no refleja lo descrito en el documento oficial del vecino país.
Valdés
En conferencia de prensa el gobernador de la provincia “Quería realizar una presentación y manifestación pública, de gran preocupación, de lo que está ocurriendo en una zona de frontera, en aguas de la República Argentina, en inmediaciones de las islas Apipé Grande, Apipé Chico y San Martín, en Punta Ñaro”, comenzó el Mandatario en el Salón Amarillo, al referirse públicamente sobre lo acaecido. Dio cuenta que este domingo “recibimos información de una zona de aguas jurisdiccionales de Argentina, en donde fueron abordados ciudadanos argentinos, que se encontraban pescando, por fuerzas militares de la Marinería paraguaya, decomisando su equipamiento en costas argentinas, solicitando el pedido de navegabilidad del río Paraná, bajo apercibimiento de llevar detenidos a los mismos”.
Dijo que “esto no se dio nunca en la zona, y vemos el riesgo de la navegabilidad del río Paraná, por lo que se trata de una agresión a la soberanía argentina respecto de sus límites y a la provincia de Corrientes, en cuanto a su jurisdicción respecto de sus recursos naturales”, continuó, al momento de relatar el hecho, mientras se proyectaba el video del incidente. Por otra parte, remarcó que los militares paraguayos “portaban armas de fuego” intimidando a los ciudadanos oriundos de Ituzaingó, a la vez que detalló que, desde el lugar de los hechos, “la distancia al primer pueblo paraguayo es de 34km, y esto se produce frente a las costas de Ituzaingó, Corrientes, sobre la zona donde estamos construyendo el Puerto”.
Siguiendo, el titular del Ejecutivo provincial informó que, ante lo sucedido, tomó contacto “inmediatamente” con el presidente Alberto Fernández, el canciller Santiago Cafiero y el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández “para poner en conocimiento estos hechos para una pertinente denuncia de vulneración”, debido a que se trata de un “incidente internacional”.
En este marco, el Gobernador solicitó “el aprovechamiento común” de la zona con “los hermanos paraguayos, para una libre convivencia”, que se cumplan los tratados internacionales para navegar libremente el río Paraná. “Pedimos que tomen dimensión del problema que está habiendo en ese lugar, y que esto se agote mediante reuniones bilaterales, y no se amedrenten más a las embarcaciones, por lo que decidimos no permanecer callados”, alertó el gobernador.
Consecuencias
El documento de la Armada del Paraguay indicó también que el Comando de la fuerza ordenó “una prevención sumaria a los efectos de confirmar lo expuesto por la Prefectura Naval de Ayolas (donde tiene asiento el bote que abordó la embarcación argentina). “Además, se ha solicitado a la Prefectura Naval argentina la identificación de los ciudadanos argentinos que incurrieron visiblemente en actos fuera de la normativa paraguaya, para los fines legales pertinentes”, concluyó.