Que Daniel Arroyo -el candidato número 12 de la lista del Frente de Todos en la provincia- siga como ministro de Desarrollo Social durante toda la campaña electoral se torna cada vez más difícil. En las últimas horas comenzó a tomar fuerza la posibilidad de un recambio anticipado para evitar un clima de acefalía en una de las cajas más grandes del Estado, sobre la que orbitan los distintos factores de poder territorial del oficialismo. La sensibilidad del tema -que se vislumbraba desde antes del cierre de listas- aceleró las tratativas para encontrar reemplazante. Y hoy en la Casa Rosada el nombre que tiene más fichas es el del intendente de Hurlingham y hombre del riñón de Alberto Fernández, Juan Zabaleta.
“Es uno de los posibles nombres”, reconoció un importantísimo funcionario nacional. Algunas fuentes oficiales, sin embargo, advirtieron que para coronar definitivamente a “Juanchi” aún resta zurcir su nombre en la cúpula máxima del Frente de Todos.
Zabaleta tiene sellado un acuerdo político fresco con la agrupación de Máximo Kirchner, con la que mantiene desde hace años una fuerte puja de poder en su distrito. Cuando el sábado a la medianoche venció el plazo en la Justicia electoral para presentar las candidaturas de este año, en Hurlingham había una guerra declarada. La Cámpora -que busca apuntalar su fuerza en el Conurbano- presentó una lista a concejales encabezada por el subdirector ejecutivo del PAMI, Martín Rodríguez y el propio intendente se inscribió como primer candidato a concejal de su municipio para defender y plebiscitar su gestión. Iban a una PASO.
Pero tras un domingo de tratativas telefónicas, el lunes se levantó una bandera blanca. En el acto que encabezó el Presidente en Merlo, Zabaleta se encontró con el propio Rodríguez y con Andrés “Cuervo” Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia y uno de los caciques de La Cámpora. A esa mesa de negociación también se sentó como articulador el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.
De la cumbre surgió un acuerdo: ni Rodríguez, ni Zabaleta encabezarán las nóminas de candidatos a concejales y habrá una lista de unidad que llevará a la referente de Suteba, Viviana Lodos (del riñón del intendente) y Nicolás Vilela (secretario General de la Universidad de Hurlingham y cercano a La Cámpora). Es decir, dos referentes “digeribles” para ambas tribus.
Larroque -que ocupa el cargo espejo en la provincia- era una de las alternativas que había sonado con fuerza para reemplazar a Arroyo. Sin embargo, en La Cámpora aseguran que hoy no está en carpeta un eventual pase de Larroque al gabinete nacional. Cerca del funcionario bonaerense se limitaron a señalar que no se trata de un interés personal y que hoy está “abocado” a su tarea en la Provincia.
Si Zabaleta finalmente asume en el Ministerio de Desarrollo Social, se abre la cuestión sucesoria en Hurlingham: le correspondería asumir al presidente del Concejo Deliberante del distrito, Damián Selci, que es un cuadro de La Cámpora. “El gabinete del municipio seguiría igual, con cargos para ambas partes”, dijo una fuente que conoce de cerca el territorio.
“Juanchi tiene conocimiento territorial, muñeca y determinación política”, dijo un importante portavoz oficial. En la danza de nombres para suceder a Arroyo, sin embargo, también figuró el nombre de otro intendente, el de Almirante Brown, Mariano Cascallares, que el sábado se anotó como primer candidato a diputado provincial por la Tercera Sección electoral del Conurbano.
Necesidad de recambio
El momento de la definición final del nombre y del recambio no está confirmado. En un momento de la jornada se especuló con que podía acelerarse el trámite para esta misma semana, pero el Presidente viajó hoy a Perú y aún no se conoce la agenda que tendrá cuando vuelva, el jueves a la tarde. Tampoco si cosechará todos los consensos para efectuar el enroque con velocidad.
Según pudo saber LA NACION, lo que sí maduró es que el cambio de ministro no puede estirarse hasta que termine la campaña electoral, como se había sugerido en un inicio. Resultaría inviable para Arroyo hacer proselitismo estando al frente de una cartera tan sensible y urgente como es Desarrollo Social.
Respecto a la conversión de Arroyo de ministro a candidato, más de un colaborador oficial aseguró en los últimos días que el funcionario se quería ir desde hace varias semanas y que pidió una salida vía el Congreso. Pero otros apuntan que no fue Arroyo el que pidió un casillero en la lista legislativa y que su salida obedece a un recambio más grande del gabinete de Fernández, definido en la Casa Rosada.
Como sea, su nombre era un número puesto para la nómina de la Provincia aún cuando no se sabía que Victoria Tolosa Paz la iba a encabezar. El sábado a la mañana faltaba conocer en qué puesto iba a recalar. Cuando se lo esperaba para el tramo superior de la boleta, al filo del cierre, el kirchnerismo terminó de ordenar los casilleros y Arroyo terminó en el lugar 12º, en el último lote de los candidatos que estarían arriba del corte de este año.
Un importante portavoz de la Casa Rosada resumió: “No tenía vetos, pero tampoco padrinos”. La Nación
