Los esports existen desde hace tiempo, pero es en la actualidad cuando están viviendo su mejor momento en términos de notoriedad, inversión y seguidores, gracias también a la expansión de internet y las nuevas tecnologías y plataformas. Lo que en un principio eran torneos minoritarios o locales, en los últimos tiempos se ha convertido en un fenómeno en el que no solo los jugadores profesionales están implicados, sino también los millones de fans de los videojuegos y la competición que lo siguen desde sus casas o llenan estadios de todo el mundo, desde Seúl hasta Berlín, pasando por Nueva York o Madrid.
Los esports existen desde hace tiempo, pero es en la actualidad cuando están viviendo su mejor momento en términos de notoriedad, inversión y seguidores, gracias también a la expansión de internet y las nuevas tecnologías y plataformas. Lo que en un principio eran torneos minoritarios o locales, en los últimos tiempos se ha convertido en un fenómeno en el que no solo los jugadores profesionales están implicados, sino también los millones de fans de los videojuegos y la competición que lo siguen desde sus casas o llenan estadios de todo el mundo, desde Seúl hasta Berlín, pasando por Nueva York o Madrid.
Los esports son todo un fenómeno / ESL
Actualmente, más de 300 millones de personas siguen de forma habitual los esports, con algunos eventos que reúnen a más gente delante de las pantallas que el deporte tradicional. Por ejemplo, la final del Mundial de League of Legends alcanzó los 75 millones de espectadores en 2017, más que la última final de la NBA en Estados Unidos.
¿Un esport nace o se hace?
El debate sobre si son deporte siempre genera polémica, pero los expertos lo tienen claro, lo son. Gobiernos como el estadounidense o el alemán reconocen a los jugadores profesionales de videojuegos como atletas y el Comité Olímpico Coreano ha concedido el rango de deporte olímpico a los esports.
La concepción de que es necesario un esfuerzo físico para que algo sea considerado deporte es un malentendido común. Un ejemplo claro lo tenemos en el ajedrez y el póker, que son reconocidos como deporte. O también en el tiro olímpico o el billar, donde el factor mental es lo que marca la diferencia.
¿Cómo se financian y mantienen clubes y organizaciones de esports?
Cada vez surgen más estudios que demuestran que los atletas de esports se ven sometidos a un desgaste similar al de los atletas tradicionales. Uno realizado por la Universidad Alemana del Deporte en Colonia revelaba que, en partidas profesionales intensas, los jugadores de esports generan niveles de estrés similares a los profesionales del motor en carreras rápidas. El estudio concluía que "los esports son tan exigentes como muchos otros tipos de deporte, sino más".
Para ser el mejor hay que entrenar duro
Los profesionales de los esports siguen duras rutinas de entrenamiento. Tienen tras ellos una compleja infraestructura formada por entrenadores, analistas e incluso psicólogos deportivos. No solo deben prepararse mentalmente, mantener el cuerpo en forma también es crucial para alcanzar un rendimiento óptimo en las partidas, por ello muchos mantienen regímenes de alimentación saludables y van al gimnasio.
"Estar en buen estado físico es muy importante y crucial. Si yo quiero ser bueno, necesito hacer deporte y comer bien" - Alfonso 'Mithy' Aguirre, jugador profesional de League of Legends
A pesar de todo esto, todavía hay estereotipos que relacionan al jugador de videojuegos con conductas antisociales. Sin embargo, esto no podría estar más lejos de la realidad. Un estudio realizado por Newzoo determinaba que los fans de este tipo de competiciones están más formados, tienen mejores trabajos y se casan más que la media de la población. La fama que alcanzan los grandes deportistas electrónicos se compara a algunos de los mayores deportistas tradicionales. Son ídolos de masas en todo el mundo.
El español Enrique Cedeño, más conocido como xPeke, es campeón del mundo y autor de la jugada más famosa de League of Legends. Su jugada fue tan brillante que muchos la comparan con el Gol del Siglo que marcó Maradona a los ingleses en el Mundial del 86. xPeke es altamente respetado a nivel mundial, con fans en todo el planeta, una referencia de superación y dedicación.
España, a la cabeza de Europa en esports
El campeón del mundo de Dota 2 Daniel 'Dendi' Ishutin es la personalidad deportiva con más seguidores en Twitter de toda Ucrania, superando a cualquier jugador de baloncesto o futbolista de su país. Matthew 'Nadeshot' Haag, profesional en Call of Duty, tiene más seguidores en Twitter que dos deportistas de élite como el ciclista Alberto Contador o el piloto Jorge Lorenzo.
No se trata de un simple movimiento deportivo. Forman parte una revolución impulsada por la expansión de internet y la llegada de nuevas plataformas. Los eventos de esports son seguidos principalmente a través de Twitch.tv, una plataforma de retransmisión online. En ella podemos ver desde programas de cocina hasta el mejor póker en directo. Se trata de una forma de comunicación totalmente diferente a lo convencional. Twitch, donde no se paran de batir récords, ya tiene más espectadores que importantes canales de la televisión estadounidenses (muchos más que cualquier canal español) y más de un 80 % de su tráfico está relacionado con los esports. La empresa de ventas online Amazon adquirió Twitch.tv por 735 millones de euros en 2014, y desde entonces no ha hecho más que crecer a un ritmo vertiginoso, contando actualmente con más de 100 millones de espectadores mensuales.
El deporte tradicional entra en los esports
Los clubes deportivos tradicionales e incluso grandes competiciones como LaLiga ya están en el sector. El Baskonia, tercer mayor club español de baloncesto, lleva apostando fuerte por los esports desde su nacimiento hace casi tres años. El FC Barcelona ha visto el filón y se ha unido a la fiesta este 2018. El brasileño Santos Fútbol Club, donde jugó Pelé, también tiene su división electrónica. Pero estos no son los únicos clubes presentes: Valencia CF, Schalke 04, Sporting de Lisboa, Manchester City, Wolfsburgo, West Ham United o Besiktas son otros ejemplos.
El crecimiento de esta industria es imparable, cada vez más personas disfrutan viendo estas competiciones. La tensión, la concentración extrema, las estrategias inimaginables, los reflejos inhumanos... todo esto hace de los esports uno de los espectáculos más emocionantes.
Es posible que resulte difícil comprender así de primeras como los esports inspiran y forman una parte fundamental de la vida de millones de personas. Se han hecho grandes documentales que acercan esta cultura al público general. Aunque ya tiene unos años, uno de los más famosos es Free to Play, de Valve, que relata desde la perspectiva de los jugadores la historia del mayor torneo hasta entonces. Subtitulado en español y con una altísima calidad de producción, podemos conocer a fondo la vida de los participantes y cómo afrontan la competición.
¿Qué videojuegos son considerados esports?
No todos los videojuegos tienen el rango de deporte electrónico. De hecho, entre las decenas de miles de juegos disponibles, apenas una decena son considerados esports, y todos ellos deben cumplir una serie de condiciones específicas que, en esencia, son las siguientes:
El juego permite el enfrentamiento directo entre dos o más participantes.
Los jugadores compiten en igualdad de condiciones, siendo la victoria exclusivamente determinada por la habilidad de estos.
Existen ligas y competiciones oficiales reguladas con reglas y formadas por equipos y jugadores profesionales.
Goza de popularidad y de ser competitivo. Es decir, cuenta con miles de personas jugando y medios de comunicación retransmitiendo las competiciones.
Debe promover el afán de superación.