Independiente salió mejor parado del clásico porque lo buscó un poco más y por el caos del que llegaba. El equipo del debutante Zielinski se fue muy enojado con el árbitro, incluso dando a entender que el VAR inclinó la cancha.
Independiente y Racing jugaron un clásico de Avellaneda con muchos condimentos pero sin ganador. Fue 1 a 1 con goles de Martín Cauteruccio y Matías Rojas, tras un penal muy discutido por los locales, ambos en el primer tiempo, donde pasó la gran mayoría de las emociones. La segunda parte estuvo de más.
El Rojo sumó así su décimo partido sin triunfos en la Liga, que lo tiene 24º sobre 28 equipos con 10 puntos. Racing, que juega este jueves por Copa Libertadores, quedó con 18 unidades y cada vez más lejos de la punta.
El clásico se jugó en un contexto verdaderamente atípico, principalmente por la histórica crisis institucional que atraviesa el Rojo tras la renuncia de Fabián Doman a la presidencia y el consecuente avance del macrismo sobre el club, además del debut de Ricardo Zielinski en el banco. La Academia sumó por su lado el flojo presente futbolístico de los dirigidos por Fernando Gago mientras que el clima, como si fuera poco, hizo su aporte con la lluvia.
Los primeros minutos del clásico fueron un concierto de errores de uno y otro lado, que pueden resumirse en unos pasajes de juego de Ayrton Costa y Matías Rojas. El de Independiente, defensor él, se mandó macanas en tres jugadas casi seguidas -regaló un córner y metió un par de despejes simples directos al lateral- que intentó disimular con sonrisas sucesivas, aunque sin éxito. El de Racing, 10 y figura de los de camiseta celeste y blanca, también empezó el encuentro con los botines cambiados y sumó llamativos errores, tanto de técnica como de táctica, indignos de su exquisito pie izquierdo.
Cauteruccio, héroe por duplicado
Aunque la pelota se la pasó mucho tiempo por el aire, de rechazo de cabeza en rechazo de cabeza, las cosas se fueron acomodando con el pasar de los minutos. El que más rápido se asentó fue Independiente, que transformó los nervios propios y de su gente en intensidad para quedarse con las divididas y, así, avanzar en el campo. De todos modos, Racing tuvo la primera de peligro, tras una mala salida de Rodrigo Rey, cabezazo de Hauche y salvada de Cauteruccio en la línea.
La heroica intervención del veterano atacante tuvo su continuidad más tarde. A los 19 minutos, el uruguayo se animó a reescribir la moraleja que enseña que los goles que se pierden en un arco se reciben en el otro: para él, los goles que se salvan en su arco, se festejan en el otro. La jugada del 1-0 de Independiente se inició con una gran escapada de Cuero entre dos, centro del muy interesante Matías Giménez y sabia resolución de Cauteruccio, quien la paró de pecho en la puerta del área y sacó un remate esquinado e inatajable para Arias mientras los defensores de Racing hacían vista.