Apuntó a preservar la salubridad del alimento y a los productores. A su vez, en la medida cautelar, suspendió los alcances del DNU del presidente Javier Milei que desreguló el mercado.
Nuevamente las asociaciones de productores yerbateros de Misiones consiguieron que la Justicia admita sus peticiones de recursos de amparo contra el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/23 del presidente Javier Milei, que desreguló el mercado yerbatero y quitó las facultades de control al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).
Esta vez, fue el juez Civil y Comercial 5, Fernando Escalante, quien falló a favor de Marcelo Hacklander (Unión de Agricultores de Misiones – UDAM), además director por la Producción en el Instituto, patrocinado por el abogado Pedro Armando Duarte.
En la resolución se estableció que la demanda fue ingresada el 13 de mayo pasado. Se apuntó a la inconstitucionalidad y nulidad absoluta de los artículos 164 al 168 del DNU de Milei que “podaron” las facultades del INYM. Por esta razón, además del análisis constitucional, pidieron al juez Escalante que admita un amparo “con el fin de garantizar el efectivo derecho a la salud de los consumidores del producto a vender a futuro, y en resguardo de la economía familiar integral del grupo vulnerable constituido por los pequeños productores yerbateros de la provincia de Misiones, que, acatando a las normativas nacionales, apostaron al trabajo del suelo argentino”.
Paralelamente, la presentación judicial solicitó al mencionado magistrado que “se suspenda -en lo que a importación de yerba mate se refiere- la aplicación de toda disposición reciente que la Secretaría de Comercio Nacional que posibilite la importación de yerba mate canchada de Paraguay y/o Brasil ingrese al país con mayor facilidad, obviando las normativas del INYM, el Código Alimentario Nacional y el Reglamento Técnico Mercosur, hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo”.
Es que el productor denunció que “lamentablemente, aprovechando de la política macroeconómica, distintos importadores impulsados por un afán de lucro desmedido, compran yerba mate en Paraguay y Brasil, evitando los controles sanitarios previamente citados, poniendo en riesgo la salud de miles de consumidores y también de los mercados internacionales, ya que se exporta esta yerba como si fuera argentina, aprovechando el prestigio que tiene la misma y su calidad”.
El planteo contra el DNU
En los argumentos, Hacklander explicó que “el mercado yerbatero es imperfecto (configurado en un extremo por 15.000 familias de cosecheros, 13.500 productores, 200 secaderos y 100 molinos) necesitando la intervención del Estado, por cuanto pocos compradores pueden determinar el precio de compra de materia prima y además determinar el precio de la venta al público, es decir compran barato y venden caro maximizando ganancias”. Alegó que “…por las características de este sistema, no puede aplicarse lisa y llanamente las reglas de la oferta y la demanda”.