Como estaba previsto, septiembre comenzó con un nuevo aumento de los combustibles que impactó en los surtidores de las estaciones de servicio de Corrientes. Los incrementos variaron entre el 2 y el 4 por ciento, dependiendo del tipo de producto y de la petrolera que lo comercializa, porcentajes muy inferiores a los aplicados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba), debido a la intención de emparejar los precios en todo el país.
En las estaciones de servicio YPF de la Capital correntina, el litro de nafta súper pasó de los 1.104 pesos que costaba el sábado a 1.146 ayer, lo que significa un incremento del 3,9 por ciento; mientras que la Infinia subió 3,8 por ciento, ya que costaba 1.344 pesos y ahora 1.395.
Por otra parte, el diésel común se encareció un 2,04 por ciento en los surtidores de la petrolera de mayoría estatal, saltando de 1.174 pesos por litro a 1.198; y el diésel Infinia subió de 1.410 a 1.139, un 2,06 por ciento.
En los surtidores Shell de la ciudad de Corrientes, la nafta súper tuvo una actualización del 3,8 por ciento, ya que su valor creció de 1.132 pesos a 1.175; y la V-Power se incrementó un 3,46 por ciento, pasando de 1.387 pesos a 1.435.
Finalmente, el diésel común en las estaciones de servicio Shell registró un alza del 2,07 por ciento, puesto que desde ayer cuesta 1.234 pesos, contra los 1.209 que valía el sábado; mientras que el diésel V-Power subió un 2,08 por ciento, de 1.441 pesos a 1.471.
Si bien a nivel nacional las subas rondaron el 3 por ciento promedio, en Caba el salto fue de casi 7 por ciento debido a la búsqueda de las empresas por cerrar la brecha de los surtidores porteños, donde históricamente los valores fueron más bajos, con los del Interior.
CONTEXTO
En lo que va del año los combustibles tuvieron un incremento superior al 85 por ciento, en el marco del ajuste que aplicó el Gobierno de Javier Milei sobre el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y las subas que se habilitaron a las petroleras después de casi cuatro años de virtual congelamiento.
El Gobierno volvió a diferir en septiembre, al igual que lo había hecho en mayo, junio, julio y agosto, el incremento del ICL que estaba previsto en el Decreto 466/2024 para evitar el impacto de los combustibles en el bolsillo de los consumidores y en el índice de inflación. Es que este mes correspondía aplicar sobre el tributo un incremento correspondiente a la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec correspondiente al último trimestre de 2023 y al de los dos primeros trimestres de 2024.
Una fuente del Gobierno detalló a Infobae que el impuesto en la nafta debería llegar a los 320 pesos y faltan 130 para alcanzar ese objetivo.
Las ventas de combustibles continúan en retroceso en todo el territorio nacional. Se observa una fuerte caída en naftas premium por un traslado de la demanda al segmento súper, que es más barato. A nivel provincial, los puntos fronterizos son los más perjudicados debido a la recomposición de precio local respecto a los internacionales desde que asumió Milei. El Libertador.