Desde el Consejo Interuniversitario Nacional emitieron un comunicado en contra de los legisladores que avalaron el veto del presidente Javier Milei a la norma que otorgaba garantía presupuestaria a las altas casas de estudio. “No bajaremos los brazos”, sostienen las y los rectores.
Luego de que la Cámara de Diputados de la Nación apoyara el veto del presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Educativo, desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) repudiaron a los diputados y diputadas que no defendieron la norma que proponía actualizar las partidas del Presupuesto 2023 (prorrogado por el gobierno nacional) según la inflación acumulada ese año (del 211,4%) y aplicar un incremento bimestral de acuerdo con la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
En la sesión especial de este miércoles 9 de octubre, no se alcanzaron los 2 tercios necesarios para revertir el veto del Ejecutivo nacional. Y así, el Parlamento no podrá insistir con el tema por al menos un año.
El resultado generó reacción de las y los rectores de universidades argentinas nucleadas en el CIN, que por medio de un comunicado señalaron:
El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) repudia la postura de diputadas y diputados nacionales que le dieron la espalda a nuestras universidades públicas al apoyar su desfinanciamiento. Este reclamo es genuino y así lo manifestó la sociedad en su conjunto en las marchas federales del 23 de abril y del 2 de octubre.
Por supuesto, agradecemos el profundo compromiso de esos 160 diputados y diputadas que comprendieron el enorme desafío y la responsabilidad de defender la educación pública universitaria de nuestro país. Esas mujeres y hombres votaron con el convencimiento de resguardar el futuro de Argentina. No alcanzó pero no bajaremos los brazos, porque hay estudiantes que se lo merecen y las y los trabajadores también.
Hoy el sistema universitario público tiene el 70 % de los salarios docentes y nodocentes por debajo de la línea de la pobreza.
Hoy el sistema universitario público tiene el 70 % de los salarios docentes y nodocentes por debajo de la línea de la pobreza; las partidas asignadas ni siquiera son suficientes para el mantenimiento mínimo de la infraestructura y están paralizadas las obras; se encuentra en peligro la continuidad de las becas universitarias, único instrumento para construir igualdad de oportunidades; y no se invierte en investigación, ciencia y tecnología, fundamentales para el desarrollo de un país soberano. Nada de eso les importó. Privilegiaron su metro cuadrado, sus argumentos pequeños, su mirada corta y su visión egoísta.
La universidad es parte de nuestra historia, de nuestra identidad como nación. Es el presente y el futuro del país, y un orgullo de las y los argentinas y argentinos. No vamos a permitir que se destruya.
Así, las y los rectores de las universidades argentinas nucleadas en el CIN, respondieron a los legisladores nacionales que posibilitaron que continúe el desfinanciamiento universitario. La ratificación legislativa al veto, a pesar del pedido de miles de personas que el pasado 2 de octubre marcharon por segunda vez en el año en defensa de la educación pública, generó también inmediata respuesta del frente sindical que ya anunció un paro de 24 horas para este jueves 10 de octubre.
COMUNICADO OFICIAL
El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) repudia la postura de diputadas y diputados nacionales que le dieron la espalda a nuestras universidades públicas al apoyar su desfinanciamiento. Este reclamo es genuino y así lo manifestó la sociedad en su conjunto en las marchas federales del 23 de abril y del 2 de octubre.
Por supuesto, agradecemos el profundo compromiso de esos 160 diputados y diputadas que comprendieron el enorme desafío y la responsabilidad de defender la educación pública universitaria de nuestro país. Esas mujeres y hombres votaron con el convencimiento de resguardar el futuro de Argentina. No alcanzó pero no bajaremos los brazos, porque hay estudiantes que se lo merecen, y las y los trabajadores también.
Hoy el sistema universitario público tiene el 70 % de los salarios docentes y nodocentes por debajo de la línea de la pobreza; las partidas asignadas ni siquiera son suficientes para el mantenimiento mínimo de la infraestructura y están paralizadas las obras; se encuentra en peligro la continuidad de las becas universitarias, único instrumento para construir igualdad de oportunidades; y no se invierte en investigación, ciencia y tecnología, fundamentales para el desarrollo de un país soberano. Nada de eso les importó. Privilegiaron su metro cuadrado, sus argumentos pequeños, su mirada corta y su visión egoísta.
La universidad es parte de nuestra historia, de nuestra identidad como nación. Es el presente y el futuro del país y un orgullo de las y los argentinas y argentinos. No vamos a permitir que se destruya.